miércoles, 7 de diciembre de 2011

De libros y cosas peores

Por Gustavo Cano

Parece que Peña Nieto (EPN) ya se está posicionando y fuerte. Al menos a nivel de Ninel Conde. Y es que la pifia en la que se vio recientemente involucrado ante la inocente pregunta de cuáles son los libros que cambiaron su vida lo hicieron ver muy mal a nivel nacional.
Ante el actual y desastroso estado de la educación en México, además de que en México casi nadie lee, no debería ser una gran noticia que una persona no sepa ni qué libros lee, ni se acuerde o confunda sus autores. Desafortunadamente para Peña Nieto, pues resulta que esto sí es importante porque él es un precandidato presidencial con altas probabilidades de ganar las elecciones del año que viene.
Pero también hay otro factor. Una televisora ha estado impulsando la imagen de Peña Nieto por cuatro años consecutivos. El marketing ha sido duro y constante, bien hecho. Se ha logrado crear una imagen de un candidato atractivo, confiable, joven, respetuoso, serio. Prácticamente infalible. Hasta que se le cruzaron los libros en el camino. Esta misma imagen de infalible le truena en la cara con la pifia de los libros. ¿Es posible que tantos años de cuidadoso manejo de imagen empiece a jugar en contra de Peña Nieto al darse cuenta la gente de que es mucho más infalible de lo imaginable? Vamos a prestar especial atención a las encuestas de opinión al respecto.
Luego aparece en escena el novio de Pau, la hija de Peña Nieto. Pau retuitea las observaciones de su novio, donde afirma que la gente que critica a su papá es prole, pendeja y envidiosa. A nuestra querida Pau hay que explicarle que, como hija de cualquier político presidenciable, no tiene vida privada. Lo que haga o deje de hacer es y será público. Ejemplos abundan: los relajitos de un hijo de Díaz Ordaz, los neo-relajitos del hijo de Zedillo o la incontrolable Pau de Fox. Take it easy mi Pau, everything is going to be alright. (Escribo en un idioma secreto y campechaneado que la prole pues ni modo que lo hable.)
Esto último desata un revoloteo impresionante en las redes sociales. Los chistes sobre Enrique y Pau son la delicia de grandes y chicos y hasta videos de Hitler son adaptados a las circunstancias. Nuestra capacidad de humor mordaz es de sorprender a propios y extraños. Luego sale el PRI a defender al candidato con la buena Cristina Díaz (difícil imaginarse una defensa de Moreira ante detallitos como este), luego sale la Gaviota a defender a Enrique y a Pau, etc.
Por parte del PRD, el buen Delgado dio la nota librística de la semana: también se equivocó de autor ante la fatídica pregunta de ley y bueno, el dato es relevante por ser el Secretario de educación del Distrito Federal y un candidato más o menos fuerte para ocupar el puesto de Ebrard.
Ni tardo ni perezoso, el Peje se sigue posicionando: le recomienda a EPN que tome un taller de lectura con Paco Taibo; afirma que “lo que la literatura no da, la mercadotecnia no otorga”; señala que lo de los libros es lo de menos, que mejor se fijen en la corrupción que representa EPN y felizmente declara que su lectura favorita es la Constitución mexicana. Finalmente, publica sus “Fundamentos para una república amorosa”, donde menciona como principal tesis lo siguiente:
“Cuando hablamos de una república amorosa, con dimensión social y grandeza espiritual, estamos proponiendo regenerar la vida pública de México mediante una nueva forma de hacer política, aplicando en prudente armonía tres ideas rectoras: la honestidad, la justicia y el amor. Honestidad y justicia para mejorar las condiciones de vida y alcanzar la tranquilidad y la paz pública: y el amor para promover el bien y lograr la felicidad”.
Nirvana al poder.
El que sí no se la acaba es el buen Cordero. A la hora de criticar a EPN por su error, pues comete un error idéntico, se equivoca de autor de su supuesta literatura favorita. Luego se quiere excusar diciendo que la entrevista lo agarró muy temprano, etc. Aparentemente también el beso de la muerte de Moreira con respecto al Coahuila-gate le empieza a causar dolores de cabeza al buen Cordero.
Quizá lo más relevante de la semana en relación al PAN es que mientras no definan quién es el bueno o la buena, pues pierden terreno en el posicionamiento del candidato. Lo otro es que doña Josefina ha dado muestras de que va a luchar hasta el último minuto y utilizará todas las herramientas a su alcance para lograr la candidatura de su partido. Le echó en cara públicamente a Cordero su pifia de cuando declaró que con 6,000 pesos se podía vivir bien. También entregó una cantidad abrumadora de firmas de apoyo de la militancia panista en comparación de las entregadas por Creel y Cordero.
Aprovecho para comentar cuáles son mis lecturas favoritas: la serie de Fontanarrosa de Boogie el aceitoso,todo lo escrito por Jorge Ibargüengoitia y una colección de libros que hablan sobre los Derechos Humanos y las religiones: Hinduismo, Cristianismo, Budismo, Islamismo y Judaísmo. Y sí, en efecto, confieso que yo tampoco sé quién escribió la biblia.