Alan Betancourt
Torres
Tesis I
07 de Mayo de
2014
Es increíble que se haya adoptado la fiesta del “5 de mayo” en Estados Unidos. Cruzando las fronteras culturales entre los dos países, ésta festividad se impregna en toda la unión americana como una fiesta latina; con más de 10 millones de migrantes mexicanos, más otras generaciones de inmigrantes que a lo largo de las décadas se han establecido en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Chicago; el 5 de mayo celebra parte de la identidad nacional mezclada con la fiesta norteamericana y la celebración del “Américan Dream”.
La
otra cara de las festividades del 5 de mayo en Estados Unidos es la clara presencia
del mexicano, principalmente como migrante. Lamentablemente en México no todos
tienen las mismas oportunidades, condiciones de vida, igualdad de condiciones y herramientas para afrontar la condición de
pobreza, es por eso que muchos individuos deciden migrar al país vecino y
cambiar estas condiciones estratificadoras, ya que el estado mexicano no les
puede asegurar un ascenso en su calidad de vida.
El
pasado 6 de mayo se publicó en La
Jornada en línea una noticia del grupo financiero BBVA Bancomer, donde Carlos
Serrano, director de estudios económicos de ese grupo presentó el Anuario de
migración y remesas México 2014; en él se exponía que la tasa 0% de migración por
causa de la crisis inmobiliaria de 2008 está aumentado, aunque aún no se llega
a los niveles de migración anteriores a 2008 que registraban alrededor de medio
millón de mexicanos migrando Estados Unidos, la tasa está aumentando; esto
significa que nuevamente el migrante mexicano está buscando en el país vecino
mejores condiciones de vida y empleo que no encuentra en nuestro territorio.
Desde las ciencias sociales se puede entender el fenómeno de
la migración como una herramienta para lograr mejores condiciones de vida. La
movilidad social, que es una teoría de origen sociológico que se ha extendido
al plano económico y gobernanza, se encarga de estudiar los mecanismos que
tienen los individuos para lograr el ascenso en la escala socioeconómica; en la
rama de la movilidad relativa se estudia dos momentos en la vida de los
individuos, antes de utilizar algún mecanismo para avanzar en la escala
socioeconómica y después, lo que nos lleva a la pregunta ¿La migración es un
mecanismo para avanzar en la estructura socioeconómica?
Aun no existe un estudio en México que nos explique cómo se
comporta el fenómeno de la migración desde la movilidad social, pero podemos
suponer que muchos migrantes mexicanos ven del otro lado de la frontera la
posibilidad de cambiar su situación de vida, por algo la población latina es
tan grande, la tasa de migración está aumentando desde 2009 y el 5 de mayo se
vuelve una de las más importantes festividades del país vecino.
De
esto sale bien fácil una tesis de licenciatura, con la siguiente pregunta de
investigación: ¿Existe movilidad social en las comunidades con mayor índice de
migración en México? y la siguiente hipótesis: Si existe movilidad social ascendente en las
comunidades con mayor índice de migración en México, entonces, la migración es
una herramienta de movilidad social ascendente en comunidades, familias e
individuos en situación de pobreza.