Pedro Fernando Cañedo Sosa
ID. 143336
Political Behavior
CARACAS.— Henrique Capriles sabe que está haciendo historia: ha puesto al todopoderoso chavismo contra las cuerdas tras lograr 210 mil votos menos que Nicolás Maduro, en unas elecciones presidenciales con más de 3000 irregularidades detectadas.
Aunque el Consejo Nacional Electoral de Venezuela advirtió que la auditoría que inició no cambiará el resultado, Capriles está convencido de que una repetición parcial en las mesas donde se demuestren las irregularidades le daría la victoria.
En una entrevista en su despacho de campaña, Capriles admite que está “reventado”, pero promete seguir con su “cruzada” para que Venezuela cambie del todo. Reconoce que le molestó la postura ante las elecciones de algunos presidentes. “Por ejemplo, la Argentina, que nos debe unos cuantos millones de dólares, pero que parece parte del gobierno: vienen, opinan, se meten en nuestros asuntos”, dijo.
Viendo su austero despacho de campaña, parece un milagro, uno de tantos entre los que dicen vivir los políticos venezolanos. Con su famosa gorra tricolor calada y con varias camperas de jogging que cuelgan del respaldo de su silla, al líder opositor cada vez que sonríe se le marca el rostro demacrado después de varias semanas en el ojo del huracán político.
Lo rodea una figura de la Divina Pastora, varios libros de campañas y de historia. Y una biografía: Hugo Chávez sin uniforme.
¿Le molesta la postura de los aliados internacionales del chavismo?
En realidad, lo que hay son países que defienden el statu quo. Tenga en cuenta que un cambio en Venezuela es un cambio en América Latina, porque el petróleo dejaría de ser fuente de lealtades en la región. Hay algunos que vienen aquí y aplauden todo lo que diga el gobierno... Eso lo rechazamos. Igual que rechazamos la presencia de militares cubanos en nuestro ejército.
¿Qué le pide a la comunidad internacional?
Que no quite la atención de la auditoría. Que estén atentos a lo que pase en Venezuela y que no pase la página, porque la página está en pleno desarrollo.
¿Cuáles son esas principales irregularidades electorales detectadas por la oposición?
Sobre el 54% que ya se auditó detectamos irregularidades como, por ejemplo, centros donde Maduro sacó el 1000% más de los votos que Hugo Chávez el 7 de octubre? ¿Quién se lo cree? Ahora comenzamos la auditoría sobre el 46% restante. En realidad, quedan 18 mil cajas, pero vamos a revisar 12 mil, y yo acepté. Pero no sólo para abrirlas, sino para revisar las papeletas, el acta de escrutinio y el cuaderno de votación, que es el corazón del proceso, y ahí podemos descubrir si una persona votó varias veces o si votaron muertos. Nuestras quejas se centran en las inconsistencias entre el acta y el escrutinio, violencia en los centros, votos asistidos, proselitismo en los centros, gente que votó dos y tres veces. El CNE quiere hacer de esto una revisión simple de números. Pero no, nosotros vamos a seguir luchando por la verdad.
¿Qué cree que salir de la auditoría?
Que hay que repetir la elección. Si no de forma total, por lo menos parcialmente. Pero esa parcialidad abarca a un número de electores tan grande como para que no sólo se acorte la distancia, sino que también nos daría la victoria.
¿Aceptarán lo que salga del CNE?
Los resultados se presentarán ante el país y el mundo. El árbitro puede darle un puñetazo a la mesa, pero los ojos de todos están ahí y verán el resultado de la auditoría. A partir de ahí, el gobierno puede quedar bajo la sombra de la legitimidad o de la ilegitimidad.
¿Confía en el CNE?
Hay una institucionalidad que responde a los intereses de un partido, pero el voto no han podido cambiarlo. Quedó en evidencia la persecución a los funcionarios que nos votaron.
¿Confían en el Tribunal Supremo para impugnar las elecciones?
No tenemos confianza. Pero la lucha se va a dar... Hay verdades que terminan imponiéndose, por más que haya instituciones secuestradas políticamente.
¿Cree que Maduro tomó nota de los cambios sociales que pueden surgir desde el 14 de abril?
No se ha dado cuenta de nada. O no ha querido o no sabe cómo leer las elecciones, porque ya no hay una mayoría. Hay dos mitades.
En los últimos días, le han atribuido ocho muertos...
Los casos de violencia que hemos podido investigar son mentira. Hablaron de centros de salud afectados, atendidos por cubanos, y, según lo que hemos investigado, en ninguno pasó absolutamente nada. Es totalmente falso y hay que ser irresponsable para alimentar el clima de intolerancia. Igualmente hemos investigado a los muertos anunciados y lo que sabemos es que los casos no tienen que ver con violencia política, sino con la violencia habitual que vivimos los venezolanos. En Venezuela caen diariamente 50 personas por violencia de armas de fuego, y ésos no importan.
En los medios oficiales se habla de baño de sangre...
Es lo típico. Ésa es la agenda que quiere el gobierno, porque así no hablamos de auditoría, de la suciedad en las elecciones, de los problemas sociales, los económicos. Y así los ojos del mundo estarían puestos en la violencia. Y le voy a poner un ejemplo: en el acto de cierre de campaña de Maduro, en la avenida Bolívar de Caracas, hubo cinco muertos y no hubo una sola palabra de ellos. Incluso hay una foto muy elocuente, en la que hay un muerto a pocos metros de la caravana de Maduro y ni siquiera pararon para ver qué había ocurrido. Ése es el estilo de este gobierno. Pero no voy a caer en la provocación de hacer politiquería con los muertos.
También se han denunciado casos de persecución a empleados públicos en represalia por el resultado electoral
Han comenzado la persecución a los trabajadores públicos, y como el voto es secreto comienza la caza de brujas. Me cuentan que se han revisado teléfonos y se han metido en Facebook, en Twitter. Eso es fascismo y le vamos a hacer frente. No somos optimistas con la justicia venezolana, pero quedan los organismos internacionales. Tengo información de miembros de las fuerzas armadas obligados a tomar foto al comprobante de votación. Un gobierno que funciona así no se sostiene en el tiempo. Yo les quiero decir a nuestros servidores públicos que no se dejen amedrentar.
¿Está consumada la presidencia de Maduro tras la toma de posesión?
Una cosa es la legalidad, y otra, la legitimidad. Maduro tomó posesión, pero hay una sombra de ilegalidad. Si yo fuera él, estaría en el CNE pidiendo revisión para que nadie ponga en duda mi victoria. Su discurso fue vacío. Hoy no hay ningún venezolano que tenga expectativas positivas en torno a esta presidencia. Ni siquiera habló de los problemas económicos graves.
La división se vive también en la calle. Cada día hay cohetes contra cacerolas...
Quieren convertir los cohetes en una forma de expresión popular cuando, en realidad, nadie tiene cohetes en sus casas. Los venezolanos no tienen capacidad económica para gastar cada día toda la plata que eso cuesta... Para tirar los cohetes hay que tener dinero; para tocar la cacerola, gente.
¿Seguirán los cacerolazos?
Conclusiones: Las elecciones en Venezuela no fueron las confiables, se dice que Cuba tuvo mucho que ven en que influyera la victoria de Maduro, pero es de aceptar que Capriles se esta encaprichando con el poder como en su momento lo hizo AMLO en nuestro país. Se encontraron muchísimas irregularidades en la elección, pero la decisión esta tomada, los medios de comunicación están alterando a la gente difamando falsas noticias sobre lo que dice el ex candidato a la presidencia.