Santiago Torres Hernández
Política y Sociedad de Estados Unidos
17/03/2014
Republicans seize edge in
the fight for the Senate majority
Fuente: The
Washington Post
A poco más de seis meses para que se lleven a cabo las
elecciones de medio mandato en Estados Unidos, el panorama para el partido demócrata
luce complicado. Los republicanos se sienten confiados por la configuración
política del país y la fortaleza de sus candidatos en estados clave. La
situación luce favorable para retomar la mayoría en el senado en enero de 2015.
Para lograrlo, se necesita el triunfo de seis candidatos republicanos en
territorios actualmente representados por demócratas, además de que los que van
por reelección logren amarrar un mandato más. Esta situación parece sumamente
factible puesto que de acuerdo con las últimas encuestas, la competencia es
cerrada en doce territorios con demócratas en el cargo. Es decir, que con que
los republicanos logren el triunfo en la mitad de estas competencias, lograrían
amarrar la mayoría en el senado. La competencia abierta se debe a dos factores
principales: el perfil de los candidatos republicanos y la baja popularidad del
presidente Obama y su ley insignia, Obamacare, fuertemente relacionada con todo
el partido demócrata. La competencia tan reñida en doce localidades es ventajosa
a los republicanos porque tienen un mayor margen de maniobrabilidad, es decir
que se pueden dar el “lujo” de perder hasta cinco campañas, además de quitarle recursos al comité demócrata de
elecciones, pues deberá concentrarse principalmente en estas doce campañas. En
varias de estas campañas, la balanza parece inclinarse en favor de los
republicanos. En las pasadas elecciones, las presidenciales de 2012, el
candidato republicano Mitt Romney ganó cuatro, lo cual habla de una tendencia
anti-demócrata en esos estados que los republicanos esperan se vuelva a
manifestar. En otros cinco de los once estados antes mencionados, Romney perdió
por un margen menor a 5%, lo cual nos dice que ninguno es sólidamente demócrata.
A esto se debe el reciente optimismo con el que el partido Republicano se dirige
a las elecciones en noviembre. Se sienten con francas posibilidades de
recuperar el senado, mantener la cámara de representantes y posicionarse sólidamente
para 2016 y recuperar la casa blanca.
Estoy un poco de acuerdo y un poco en desacuerdo con el
optimismo republicano. En efecto, por ahora, parecen estar mucho mejor parados
en vista a las elecciones de noviembre. Hay estados que parece que se inclinan decididamente al partido Republicano y el objetivo parece perfectamente alcanzable: ganarle seis asientos a los demócratas. Además, la baja popularidad
del presidente Obama y Obamacare parecen estar funcionando de maravilla para la
causa republicana. Por estas razones, me parece que la noticia acierta diciendo
que por ahora, la balanza parece inclinada hacia los republicanos. Habiendo dicho
eso, me parece demasiado prematuro decir que aparentemente la mayoría en el
senado se irá a los republicanos en enero. Ni siquiera han empezado las
campañas y hemos visto en el pasado como los candidatos republicanos son
especialistas en arruinar sus campañas mediante declaraciones ultra
conservadoras o simplemente no pensadas. Además, si algo ha caracterizado al
partido demócrata en los últimos años, es la eficiencia de sus campañas y sus “grassroots
movements”. Le han dado dos veces la casa blanca.
En conclusión, ciertamente las campañas por el senado
serán muy reñidas. Le costará más que nunca al partido demócrata mantener sus
asientos en el senado. Pero nunca se puede dar por descontado al movimiento “grassroots”
demócrata y su poder de movilización social, especialmente entre los jóvenes.
Aún nada está decidido.
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