DR. GUSTAVO CANO
¡Ah! ¡La Josefina! Siempre echándole ganas, eso que ni qué. Josefina
tuvo una campaña accidentada. ¿Cómo votar por alguien que tiene que sacar la
chamba con equipo prestado? De plano, ni un equipo de campaña propio pudo
armar. Su campaña tuvo de todo, pero los golpes de timón fue de lo que más hubo
y no siempre a favor de la dama. Quiso plantear que sería diferente, pero no pudo
alejarse de Calderón, de los planteamientos básicos ejercidos durante su
sexenio. Según ella es diferente, no obstante lo que propone es, en esencia, la
continuidad del régimen de Calderón: mano dura con resultados bastante
cuestionables contra el crimen organizado institucional y preocuparse por todo
mundo, pero sin ideas convincentes acerca de la viabilidad de los resultados
cuando propone soluciones.
Josefina es buena para el cabildeo en cortito, para los
arreglos institucionales, pero me da la impresión de que no da el ancho cuando se
trata de sacar adelante un país entero desde la silla presidencial. En el congreso ni la pelarían. Su
incapacidad de mostrar que sería diferente, junto con las peleas internas dentro
de su equipo de campaña, fue erosionando el apoyo popular con el que había
contado el PAN en los últimos 15 años, hasta caer en un claro tercer lugar entre las preferencias de
la contienda. Más o menos enfrenta una situación parecida a la de Madrazo en 2006, aunque
la caída del PAN no va a ser tan estrepitosa en el congreso. Tiene razón
Josefina en empezar a hablar en términos de milagros, porque yo no veo de otra
en su caso. Su participación en los dos debates fue buena, sobre todo en el
segundo: garrotazo, risotada y propuesta, over and over again.
Quizá lo importante de su candidatura es que es la primera
mujer que contiende de manera seria por la presidencia mexicana, ahí sí, mis
respetos. Sus propuestas tampoco fueron huecas del todo, en terrenos de
economía y relaciones exteriores se antojaban como para ponerse a pensar. Josefina
mostró un serio problema de imagen durante toda su campaña. No por ser mujer,
por supuesto, sino porque en la mayor parte de sus intervenciones
publicitarias, su tono de voz era de poca credibilidad, como de una
preparatoriana preparando la primera presentación Power Point de su vida. Como
que estaba jugando a ser dura, a decir cosas para que se las creyera la gente,
más no había convencimiento sobre la viabilidad de sus propias propuestas. Luego
vinieron los errores, estadios sin llenar y gente abandonando sus lugares cuando
ella empezaba a hablar; mítines en penumbras, la pifia de que Calderón había
atrapado al hijo del Chapo, logro que lo anunciaba como casi propio… y luego el
desmentido oficial de la DEA de que eso no era cierto.
La guerra sucia la inició su campaña y marcó el tono de toda
la campaña presidencial. En un momento daba la impresión de que le estaba
haciendo la chamba al Peje. Aventaron lodo para arriba hasta decir basta, el
problema es que conforme echaban suciedad para todos lados, ellos también se
manchaban y apestaban. En fin, aquí lo importante es que el PAN quede más o
menos bien posesionado en el Congreso para que su margen de maniobra no quede
tan acotado pensando en el 2015 y el 2018. En realidad, si Josefina hubiese
tenido un equipo de campaña propio, las cosas hubieran sido muy diferentes,
pero no pudo con el paquete. Jamás votaría por un candidato que no puede armar
equipo de campaña. ¿Se imaginan su gabinete? De zapatero remendón, pues. Otros
50,000 muertos tampoco se me atojan, México no se los merece y Josefina ha
dado a entender que en eso sí no va a ser diferente a Calderón.
Iba platicando con un taxista en camino al mismo fin, sobre los candidatos, y me pregunto-quejo el taxista ¿Josefina diferente en que? y le conteste: si...yo he conocido varias de esas.
ResponderEliminarHasta donde yo me quede son 60,000 muertos, según Felipe Calderon. Algo interesante que decian ayer los monos de televisa en el programa Tercer Grado es que la campaña de Josefina tiene su mérito en el sentido de que fue la candidata que empezó a partir febrero y que llego a posicionarse en segundo lugar con 33% (sin mal recuerdo) Algo destacable cuando la comparamos con Enrique Peña Nieto que la empezó desde que era gobernado y AMLO que la empezo desde el 2000. Sin embargo, creo que ella sola se hecho a perder. Creo que más en vender en ser mujer debio vender la imagen de ser mama. Con las caracteristicas de una madre ideal:cariñosa, amable, protectora... etc. Esa imagen le hubiera gustado más al pueblo mexicano que la imagen autoritaria, consevadora, con voz de robot. Nunca me convencio de que ella era la "Jefa". También, fastidiaban sus discursos, era un patron cuyos sujetos eran México y amas de casas complementado con cosas banales que sólo decían el Qué y no el Cómo. Igual las propuestas que ponian en su pagina web, en realidad no dicen nada. Creo que para ser la primera mujer a la presidencia con probabilidades reales se me hizo una candidata o una futura "presidenta" chafa. Hasta creo que rima Chepina Chafa.
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