DR. GUSTAVO CANO
Enrique es buena persona, eso creo que me queda claro. Pero
en política las buenas personas son buenas herramientas y de ahí no pasan. Me
da la impresión que, como presidente, Enrique no va a ir más allá de lo que el
viejo PRI se lo permita. Espero equivocarme profundamente. Es como si el
síndrome Rodrigo Medina se fuese a repetir: en Nuevo León llega al poder un
gobernador con buen porte y guapo, con la familia perfecta. Una cantidad enorme
de intereses y compromisos lo atan poco a poco y cuando se presentaron los
problemas fuertes, pues él se dedicó a hacer lo que mejor le sale, dar la
cara. El gobierno de Nuevo León actualmente va de mal en peor día tras día y no
es coincidencia ni improbable que el Peje pueda llevarse Nuevo León en estas elecciones.
Enrique hace lo que le dicen y lo hace bien pero, cuando se
queda sólo, tiende a regarla, se enoja rápido. En la Ibero, su referencia a Atenco fue ridícula:
la Suprema Corte no apoyó las acciones del gobierno de México, eso es
completamente falso. Lo que sí le salió muy bien fue su afirmación de que él,
como gobernador, hizo uso legítimo de la fuerza. Cierto, es una prerrogativa
del cargo, pero eso debe ser el último recurso. Su actuar y decir
irremediablemente me trae a la mente tantas cosas del viejo PRI: el 68, el 71,
los ferrocarrileros como grupo de choque, los asesinatos políticos sin resolver,
los arreglos debajo de la mesa sin considerar los verdaderos intereses de la
nación, la visión política de "todo para el ganador"…
También en la Ibero el viejo PRI arrogante y autoritario
sacó las garras vía las infortunadas declaraciones de Coldwell, que considera a
la juventud como material de manipulación e incapaz de generar pensamiento
político propio: esto originó el surgimiento del movimiento #YoSoy132. Enrique
iniciaría su sexenio sin el apoyo de los jóvenes. También Enrique va a tener
que pagar la factura que le va a pasar Televisa. Cuatro años de cobertura
nacional no son gratis. Enrique también es el abanderado del partido Verde, una
verdadera vergüenza de partido político que ha promovido la pena de muerte (¿Se
imaginan? ¿La pena de muerte en manos del estado mexicano?) y afirma que ha
hecho tal o cual cosa en pro de la ecología en México, lo cual es una cínica aberración
en términos de acciones y resultados concretos.
Lo que debería ser una ventaja para el nuevo presidente, en
el caso de Enrique se puede convertir en una pesadilla: es bastante factible
que el PRI controle ambas cámaras del legislativo. Esto se traduce como el
asentamiento de poderosos intereses negociadores y pragmáticos, ante los que el
ejecutivo acabaría por ceder de manera sistemática. Yo no confiaría mucho en un
régimen controlado por el viejo PRI, con base en el legislativo. En un descuido
Enrique se pone las pilas y en cuanto se ponga la banda presidencial, empezaría
a limpiar la casa. ¡Ojalá!
Enrique se perfila como favorito. En lo personal, creo que
va a ganar este domingo. Pero, por todo lo anterior, definitivamente yo no
votaría por él en estas elecciones. El beneficio de la duda se le otorga a su
labor como presidente, pero veo muy difícil que la pueda librar. ¿Escogerá él
mismo a los miembros de su gabinete?
Independientemente de quién gane la presidencia, esa persona
tiene que sentarse a platicar con el ejército, con los Estados Unidos e
implícitamente con el narco. No veo a un Enrique preparado para hacer esto, por
más asesores que tenga, de los buenos o de los malos. Espero equivocarme, con
toda mi alma, por el bien de México. Estamos en la orillita del abismo, el margen
de equivocación en términos de formulación y aplicación de políticas públicas
coherentes es cercano a cero. Así como están las cosas, ojalá el Ser Supremo
ilumine a Enrique, yo no veo de otra.
me parecio pertinente que no agregaras los infortunados encuentros circunstanciales con Salinas, y la historia de princesas y principes con su tio Montiel.
ResponderEliminar¿Qué podremos espera de Enrique Peña Nieto? no me imagino otra cosa que no sea desgracia, quizás a eso se referían los mayas. Yo igual creo que va a ganar la presidencia, no se que pasara si realmente se distancio de Elba Esther ¿usara su poder para buscar quitarla en el sindicato?,¿se mejora la educación o buscara clonar su intelectualismo? el pueblo mexicano se sentirá con esa persona que juega la ruleta en el casino, sabe que no tiene oportunidades de ganar, sin embargo, lo intenta por que el entorno lo persuade o por X y Y circunstancias, al final no gano o quedo peor de lo que estaba antes.
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