miércoles, 8 de mayo de 2013

David Armando Trujillo Damas 140107




http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/7a8d1227a00a3aec0f08b717f680d088


La siguiente nota sobre la que se dará opinión será la presentada por el diario Milenio en su página en la Internet publicada en su sección de política el día 6 de mayo de 2013 escrita por Miriam Castillo sobre el nuevo programa que el  gobierno federal encabezado por el Presidente de la República Enrique Peña Nieto puso en marcha en la ciudad de Campeche al que llaman “Programa Nacional de Vivienda para Elementos de Seguridad Pública” el cual consiste en “premiar” a los buenos elementos de seguridad con “viviendas dignas” así como darles a los elementos que cumplan con las pruebas de confianza  “mayores facilidades para adquirir vivienda” ya que el presidente reconoce que el sector obrero que se encuentra en una crisis de vivienda de forma más aguda, son los policías y elementos de seguridad en general.
Dadas las circunstancias de la actual “guerra contra el narco” es entendible que el gobierno trate de estimular el ingreso de nuevos elementos a las fuerzas que hacen cumplir la ley en toda la república. El hecho de que se dé a conocer que este programa está en marcha en la ciudad de Campeche (remitiéndonos exclusivamente a la noticia) nos hace suponer que es un programa piloto el cual trataran de implementar en entidades con índices más altos de violencia (como pueden ser Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y por qué no, en la zona centro del país).
Por un lado, considero buena estrategia el premiar o incentivar a los cuerpos policiacos a que realicen su trabajo como debe ser ya que, para mí, el incentivar con “premiaciones” a cualquier trabajador crea una base sólida sobre la cual él mismo puede rechazar realizar cualquier acto de corrupción buscando terminar con ella que, supongo, es la meta final. La corrupción ha sido un grave problema que los altos mandos de las fuerzas federales, el ejército y la marina han enfrentado en esta “guerra contra el narcotráfico” junto con la presión ejercida debido a estas prácticas realizadas entre el crimen organizado y el gobierno que han causado de la deserción de muchos elementos de las policías municipales, estatales y federales, bien por el presidente que busca la reincorporación de estos elementos, y (de tener éxito el plan) que se sumen más. 
Por el otro lado, el derecho a una “vivienda digna” es uno de tantos derechos que tenemos constitucionalmente por el hecho de ser mexicanos. Creo que la estrategia que el gobierno federal está tratando de realizar es (de nueva cuenta) incompleta, por no querer decir errónea, en estos puntos: Está bastante claro que el gobierno no sabe qué hacer para tener, en tanto las instituciones que lo componen así como sus mismos elementos, un cuerpo policiaco fuerte y bastante capaz de hacer frente a la situación de narco-estado que se vive en el país. Los cuerpos policiacos están empobrecidos física y mentalmente para hacer frente a tanta presión que se ejerce sobre el individuo, por el simple hecho de ser un policía. Si a esto se le suma que, sin temor a equivocarme, un policía tiene más incertidumbre sobre su vida que sobre su vivienda en cualquier momento apremiante, nos daremos cuenta que, si lo que se busca es que los cuerpos de policía se vuelvan una atracción a la hora de considerarlo como trabajo, esta es una estrategia malísima.
Claro que tengo más puntos de vista que discutir, pero no pretendo entrar mucho en profundidad al respecto, en síntesis podría decir que es aplaudible que al menos se haga pública una preocupación por parte del gobierno hacia los cuerpos policiacos, aunque también es de preocuparse que el gobierno no tenga una verdadera perspectiva de los problemas que aquejan al país lo cual resulta hasta indignante.

David Armando Trujillo Damas
140107

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