Sagrario Uscanga
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Tesis I
El Universal: Refuerza seguridad en Lázaro Cárdenas, Michoacán
Michoacán
ha sido uno de los estados mexicanos con más problemas en los últimos años, ya
sea de seguridad con respecto al crimen organizado, de corrupción y finalmente
desastres naturales. Precisamente por estos asuntos, la estrategia del Programa
para la Recuperación de Paz y la Seguridad en Michoacán fue creada para
comprender las problemáticas que lo aquejan, respondiendo a situaciones como
los asesinatos del altamirante de la Marina, más de 20 policías, 5 civiles que
se encontraban protestando en la cabecera municipal, sin contar los homicidios
atribuidos al crimen organizado y narcotráfico. Asimismo, Michoacán ha experimentado
recientemente el fenómeno de los grupos de autodefensa, que consisten en
civiles levantándose en armas en contra de grupos criminales, en respuesta a
las extorsiones y amenazas que reciben por parte de estos.
El acuerdo propone que
para restaurar la paz, se necesita coordinación de parte de las autoridades
federales, estatales y municipales, no obstante, el día de hoy el ejército
mexicano ha tomado lugar en el puerto de Lázaro Cárdenas, uno de los más importantes
del país, desarmando a los policías municipales. Uno de las razones propuestas
para justificar esta toma es la constante de denuncias por casos de corrupción
en el puerto.
El vocero de seguridad de
la Secretaría de Gobernación, Eduardo Sánchez, dijo que de esta manera se reforzaría
el esfuerzo por vigilar tanto externa como internamente las operaciones.
También indicó que de ahora en adelante la Secretaría de Marina se encargaría
de las instalaciones portuarias, así como la Secretaría de Defensa Nacional, se
haría cargo de la seguridad en el municipio. Esto hace a Lázaro Cárdenas el
segundo municipio donde la policía municipal fue repuesta por el Ejército
mexicano, siendo el primero el municipio de Apatzingán.
Desde el año 2006 bajo el
gobierno de Felipe Calderón y su estrategia en la lucha contra el narcotráfico
nos hemos acostumbrado a divisar al ejército por las calles de ciudades importantes
y pueblos recónditos. Nos hemos acostumbrado a los pasamontañas y las armas de
alto calibre, pero ¿hasta qué punto de intromisión llegará el ejército? Si bien,
en materia de lucha contra el narcotráfico esto sonaba hasta lógico y
justificable, pero ahora se encuentran hasta en nuestras principales
actividades económicas, controlando uno de los principales puertos de México
del que dependen 41 empresas privadas, Petróleos Mexicanos y Comisión Federal
de Electricidad y donde hay más de 16,500 millones de pesos en recaudación
diaria. Esto nos hace cuestionar hasta qué punto estamos dejando avanzar a un
ejército, que en teoría se encuentra ahí para la defensa del país en caso de
conflicto con el exterior y la ayuda en situaciones de desastre natural o
rescate, un ejército en el cual no sabemos si podemos confiar.
“De esto sale bien fácil
una tesis de licenciatura, con la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles
son los impactos de la intervención a la escala que el ejército mexicano está
teniendo con respecto a la libertad y ciudadanía de los mexicanos? Análisis
desde el 2006. Y la siguiente hipótesis: La soberanía del ciudadano mexicano se
ve limitada más allá de las leyes no sólo por el crimen organizado, sino por la
intromisión del ejército en asuntos que no le competen, reflejando una clara
desesperación de parte de los gobernantes y una posible vuelta a un estado
dictatorial.”
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