Ingrid Ponce Fernández
Febrero 15, 2014
Sociedad y política de Estados Unidos.
Who’s the judge who ruled on Va.’s ban on gay marriage? A
seeker of ‘more perfect’ freedom.
La juez
Arenda Wright Allen busca volver a prohibir en Virginia los matrimonios
homosexuales argumentando que eso perfeccionaría la libertad, haciendo alusión
a las palabras del juez federal que justo hace un año decretó la libertad del
matrimonio gay
“the country
has arrived upon another moment in history when We the People becomes more inclusive, and our freedom more
perfect.”
Esta juez presentó un fallo en el que alega que es deber
de un juez revocar una ley aunque sea democrática con el argumento de que va en
contra de los derechos constitucionales.
Arenda Wright Allen vuelve a retomar atención después de
haber sido la primer mujer de color nominada para el cargo de juez de distrito
de Virginia.
El co-autor del acta de prohibición, Robert G. Marshall
afirma que la ley que acepta el matrimonio entre homosexuales va en contra de
la voluntad del pueblo y por lo tanto debe ser revocada, mientras que Victoria
Cobb, presidenta de la fundación de la familia de Virginia opina que el
documento se trata unicamente de promoción política.
Yo estoy
completamente en desacuerdo con el documento que presenta esta mujer, de
entrada me parece que es contradictorio e irracional que piense que una
prohibición perfecciona la libertad,
buscar la prohibición de una derecho ya conquistado es tiránico, es un
retroceso a todas luces y considero que
viola uno de los principios más importante de los derechos humanos: la
igualdad, ¿Es que acaso en el pensamiento de la señora Wright Allen un hombre
homosexual no tiene el mismo derecho de elegir con quien casarse que uno
heterosexual?
Pienso
que es inconcebible que haya personas que se crean con el derecho de decidir sobre
la vida de otros, sobre los derechos que tienen y sobre lo que se debe o no
permitir en la sociedad, me sorprende que sea una mujer y parte de uno de los
grupos “minoritarios” y discriminados la que se atreva a querer revocar una de
las conquistas de la comunidad gay, hay todavia una contradicción más a su
lista, ella está casada con un hombre blanco, siguiendo la lógica y la moralina
que ella usa también sería mal visto su matrimonio interracial.
Sus
argumentos contra el matrimonio gay son meramente tradicionales y religiosos,
lo cual yo interpreto como un acto de intolerancia y de una mente cerrada.
Los
logros en su carrera judicial fueron bastante buenos, considero en base a lo
que dice el artículo que si trabajó en pro de la justicia, pero comete un gran
desacierto con su intención de prohibir los matrimonios gay.
Conclusión:
En una sociedad liberal como la de Estados Unidos, donde hay cosas más
importantes en las que se deben enfocar los jueces, buscar la revocación de una
ley que otorga más libertad e igualdad entre los ciudadanos es ridículo.
Se debe
buscar apegarse y respetar la laicidad y que las reformas a las leyes sean de
corte progresista y no una involución.
Queda la
incógnita de saber de que manera beneficiaría y a qué sectores buscan agradar
los autores del fallo.
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