Diana Patricia Gutiérrez López
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Y seguimos diciéndole “no” al
progreso…
Marchan simpatizantes de la
Coordinación Nacional de Trabajadores de la Educación sobre la carretera México-Toluca en protesta
contra la nueva reforma educativa y en contra de la realización de la Cumbre de
Líderes de América del Norte.
No cabe duda que cada pueblo
tiene el gobierno que se merece, las instituciones con las que la ciudadanía se
conforma, creando una sociedad atrofiada y mediocre que solo hace la vista
gorda y en el mayor de los casos, expresa una opinión pero no la difunde, no
trasciende. Creo que es increíble que el problema con los sindicatos de
maestros siga vigente a través de los sexenios y más por la causa por la que se
sublevan. No encuentro otra palabra para denotarlo más que cinismo. ¿Cómo es
posible que el futuro de las mentes de México esté en las manos de estos
parásitos con nada de preparación y demasiada vacuidad?
México está pasando por una etapa
difícil como país en donde el funcionamiento del Estado deja mucho que desear,
donde las políticas públicas necesarias no están siendo aplicadas quebrantando
el contrato social, dejando a sus ciudadanos frustrados e impotentes. A pesar
de esto, aún se hace cierto esfuerzo.
Uno de los pilares más
importantes de una sociedad es la educación, si no es que es el principal
cimiento y ahora que nuestro gobierno está tratando de impulsarlo, uno de los
cánceres que padece el país le impide su desarrollo. Este cáncer son los
sindicatos. No creo que estos no tengan propósito ni que sean obsoletos, solo
que están demasiado desfasados en cuanto a la época. Se han quedado rezagados
al progreso, a la evolución de la sociedad e instituciones, creciendo con una
autonomía que les permite hacer y deshacer sin consecuencia alguna. Debemos de
buscar la manera de contrarrestar este poder impune que les permite crear caos
sin congruencia y sin sentido común.
Conclusión:
Estoy en total desacuerdo con la
marcha del CNTE pues estoy incrédula a sus razones y a los mecanismos que emplean para manifestarse. Lo único que hacen es poner en evidencia ante el mundo la debilidad de su causa. No entiendo a que derecho
se creen acreedores para liderar la educación del país, para evaluar a los
estudiantes cuando ellos abierta y cínicamente no quieren someterse a pruebas
para ser evaluados y mejorar el nivel educativo de México. Esto solo demuestra
los valores que están inculcándole al futuro de nuestra nación y me inspira una
gran decepción. No pertenezco a ningún grupo de debate pero sé que en un
conflicto tiene que haber diálogo, y detrás del diálogo, argumentos que lo
respalden para que haya una justa retroalimentación de las partes. En este caso,
no existen argumentos por parte del sindicato de maestros que sean válidos para
defender su desvergüenza por sed de poder, dinero e influencias. Solo el hecho
de que en México, los sindicatos son inmunes a cualquier tipo de
responsabilidad social y por esto, es un cáncer que seguirá infectando a
nuestro país. No sé si es parecido a la realidad o pura coincidencia pero es
triste saber que aún no existe una cura para el cáncer, tanto literal como
metafóricamente.
http://www.reforma.com/nacional/articulo/731/1460977/
http://www.reforma.com/nacional/articulo/731/1460977/
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