miércoles, 18 de mayo de 2011

Quién es quién rumbo al 2012

Las elecciones presidenciales están cada vez más cerca y los partidos políticos barajean diversos nombres. Mientras que el PAN sigue tratando de delimitar a sus 10 posibles candidatos (que al final resultaron ser sólo 8), mientras que el PRD trata de reunificarse y mostrar que la izquierda unida puede ser más poderosa (sí, incluso para olvidar viejos pleitos y juntar en un mismo evento a AMLO y Cárdenas), el PRI pareciera haber jugado su carta maestra desde hace mucho tiempo. Pero honestamente, ¿qué es lo que mueve al electorado mexicano? De política se puede decir mucho y a la vez nada, pero sobre el electorado mexicano… bueno, esa es otra historia. No sólo es cuestión de analizar las tempranas estrategias electorales que han usado los que a mi parecer podrían ser los tres candidatos presidenciales (Alonso Lujambio, Marcelo Ebrard y Enrique Peña) sino también de analizar los factores que influyen en el electorado mexicano. Para ello, se analizan 4 supuestos establecidos por Samuel L. Popkin en “The Reasoning Voter”. Cada uno de estos supuestos busca explicar cómo el electorado puede tener las herramientas para hacer un voto razonado.


1.      La información actual es fácil de usar y por lo tanto se considera más relevante que los datos o información pasada.


Debido a la constante publicidad que recibe el gobernador del estado de México, a la gente le resulta mucho más fácil obtener la información sobre el posible candidato presidencial. Rodeado de una atractiva campaña televisiva en horarios estelares sobre los logros de su gobierno, y contando con el apoyo de Televisa, Enrique Peña Nieto se postula como el mejor posible candidato rumbo a las elecciones del 2012. Los ciudadanos sólo tienen que prender su televisión, escuchar las noticias o ver los promocionales referentes al último año de gobierno de Peña Nieto para que queden algunos convencidos del buen trabajo del gobernador y además reciban una pequeña dosis de cómo podría ser el país si el mexiquense ganara las elecciones 2012. Para el ciudadano promedio, la información actual que ha sido divulgada por los medios de comunicación ha sido suficiente para decidir que en el 2012 nos vendría bien tener un presidente como Enrique Peña Nieto. 
            Aunque Marcelo Ebrard tiene a su disposición todo el sistema administrativo del D.F y recibe atención debido a sus políticas sociales de alto impacto (ayuda a grupos marginados, grupos minoritarios…), su imagen tiende a verse como débil. Actualmente el gobierno del D.F ya no ha estado presente en la información diaria, situación que ha hecho que los ciudadanos sientan una falta de constancia por parte del jefe de gobierno Marcelo Ebrard. Si bien en el pasado su gobierno estuvo mucho más activo, en la actualidad ha perdido el ritmo de trabajo o ya no ha formulado nuevas políticas. Debido a que el ciudadano común no posee el tiempo ni los recursos suficientes para adquirir información de primera mano, recurren a la información actual y muchas veces dejan la información pasada.
            En cuanto a Alonso Lujambio, la titularidad de la Secretaría de Educación Pública si bien le ha dado reconocimiento no necesariamente ha sido positiva. Marcado como el candidato directo de FCH y con un ritmo de trabajo débil, la información actual que circula sobre Lujambio tiende a ser negativa. Aun cuando su vida laboral pasada (casi en su totalidad académica) es remarcable, cuenta poco para el ciudadano común. Lo que al ciudadano le interesa es el trabajo actual que esté realizando en la SEP. Aunque Lujambio ha realizado campañas por casi toda la República, al ciudadano le interesan los resultados. Resultados que Lujambio no ha dado claramente.

2.      Es más fácil evaluar la competencia de un individuo que evaluar su desempeño legislativo.

Algunos ciudadanos se dejan guiar no sólo por el trabajo del candidato, sino también por los demás candidatos, es decir, evalúan a los demás competidores. En México es común, aunque cada vez menos, que los ciudadanos que aun no tienen un candidato afín observen a los demás candidatos y terminen dando su voto al que les parece no tan malo. Popkin se refiere a que cuando la gente no tiene los medios para obtener la información, se elije por simple eliminación deductiva. ¿Por qué este método favorecería  Enrique Peña Nieto?
Deductivamente, Enrique Peña Nieto se ve como el mejor candidato frente al del PAN simplemente porque la gente tiene la imagen que si dos sexenios panistas no fueron suficientes para resolver los problemas que abaten a México, un tercer sexenio no hará la diferencia. Si se asume que Alonso Lujambio sería el abanderado del PAN, Peña Nieto estaría en clara ventaja porque Lujambio representaría la línea directa del actual presidente (FCH).  Asimismo, Peña Nieto frente a sus competidores tiene la ventaja de la popularidad, situación que hace que la gente asuma una mayor confiabilidad hacia su persona.
Por otro lado, resolver adecuadamente la competencia entre Peña Nieto y Ebrard resulta menos clara que con la situación del PAN. El PRD (partido por el que competiría Ebrard) ha mostrado debilidades internas y se ha creado una imagen negativa  del partido de izquierda. Su relación con AMLO así como con grupos subversivos ha hecho que ciudadano califique al PRD como un partido conflictivo. Sin embargo, la imagen y trabajo de Marcelo Ebrard dista mucho de la típica imagen de su partido. El notable desarrollo urbano del D.F, así como su apoyo a grupos marginados ha hecho de Ebrard un candidato salvador de la mal vista izquierda mexicana.

3.      Se puede entender a un candidato si sus características demográficas se saben

Tanto Marcelo Ebrard como Alonso Lujambio han alzado la mano para declarar su convicción de contender en las elecciones presidenciales del 2012, estrategia que sólo ha servido para justificar sus acciones públicas. Sin embargo, Enrique Peña Nieto ha sido de los pocos que no ha declarado abiertamente su deseo, aunque claro está que su deseo está más que implícito en todo su proyecto como gobernador. Esta tenue línea entre la aceptación y dejar la duda ha hecho que se fortalezca la ventaja de Peña Nieto como posible candidato y vencedor en las elecciones presidenciales del 2012. Esta situación lo ha hecho ver ante el público como una persona trabajadora, leal y correcta.
            A diferencia de los demás supuestos mencionados por Popkin, este parece poco aplicable a la situación mexicana. Los tres candidatos provienen de orígenes parecidos, provienen de buenas familias, de la élite. Poca gente conoce las características demográficas de los candidatos. Sin embargo, conociendo los detalles demográficos de cada candidato, al menos superficialmente, quien tiene ventaja es Enrique Peña Nieto. Conocido mexiquense, proveniente de dos familias fuertemente políticas, Peña Nieto demuestra tener las ventajas generacionales que lo promueven como el mejor candidato para ser presidente.
            Alonso Lujambio, orgulloso de su historia vasca, muestra una cara y orígenes poco compatibles y atrayentes hacia el ciudadano común. Formado en escuelas privadas, Lujambio se muestra como una figura demasiado distanciada de la realidad mexicana. Su bajo perfil político apenas y es suficiente para los ciudadanos para otorgarle su voto. Aun cuando su pre-campaña ha iniciado con giras estatales, poca gente lo ve como un candidato cercano a las necesidades de la sociedad mexicana.
            Por último, Marcelo Ebrard viene a completar la línea de candidatos de buena familia. De una familia de origen francés y educado en escuelas privadas, Ebrard parecía lucir al principio demasiado propio. Sin embargo, su labor como jefe de gobierno lo acercó a la gente y poco a poco se ha ganado un lugar. La gente ahora lo reconoce como un buen gobernante que busca satisfacer las necesidades de la sociedad. Sin embargo, la falta de publicidad juega en su contra y Peña Nieto termina ganando la confianza de los votantes.


4.      Los candidatos pueden ser juzgados por quiénes son su amigos y simpatizantes

Los tres posibles “presidenciables” están bajo el constante escrutinio público, así como tienen a su alcance los medios necesarios para realizar pre-campañas a su favor, aun antes de que sean oficialmente reconocidos como candidatos presidenciales de cada uno de sus partidos. Como cabezas de sus respectivos puestos públicos (cómo gobernador del Estado de México, jefe de gobierno del D.F y Secretario de educación pública),  los posibles candidatos han ido permeando la política mexicana tratando de buscar un lugar dentro de alguna candidatura presidencial. Las fichas se han ido moviendo aun cuando apenas el presidente Calderón iniciaba su sexenio.
Colmado del apoyo del principal medio de comunicación y visto como la “guapa” figura que podría darle un giro al país, Enrique Peña Nieto se postula cada vez más como el candidato más fuerte a vencer en las elecciones presidenciales. Las conexiones de Peña Nieto con Televisa han hecho que la mayoría de la población mexicana (comúnmente al pendiente de la televisora) dé su confianza al candidato ya que es una extrapolación de la confianza que le tienen a Televisa. Aun cuando se le relaciona con el grupo Atlacomulco, la gente no lo ve tan mal. El tener a su lado a Angélica Rivera, conocida por el público como la Gaviota, hace que la gente piense que Peña Nieto convive con el “pueblo”.  
Aun cuando a Peña Nieto se le relaciona con el ex-presidente Carlos Salinas, no toda la gente tiene clara esta relación. En cambio, Alonso Lujambio es juzgado negativamente por su fuerte relación con FCH y Fox. Simpatizantes tiene pocos, y a los que la gente los relaciona (los mencionados anteriormente) tienen niveles de popularidad bajos, situación que entorpece su candidatura. Aun cuando es el Secretario de Educación Pública, no recibe el apoyo de Elba Esther Gordillo, dirigente del sindicato de trabajadores de la educación. El apoyo hacia Marcelo Ebrard es diverso, principalmente por la ruptura interna que existe en su partido. Sin embargo, mayoritariamente recibe apoyo dentro de su partido del Foro Nuevo Sol, formado Eloí Vázquez. Asimismo recibe cierto apoyo moral por parte de AMLO. Sin embargo, el apoyo mostrado a Ebrard es débil y la gente lo toma con poca consideración. Realmente quien tiene los simpatizantes y amigos políticamente correctos es Peña Nieto. El fuerte lazo entre él y Televisa ha hecho de él un candidato muy fuerte rumbo al 2012.


Ana Karen Mendoza Montealegre
Ciencia Política
UDLAP


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