Por el Dr. Cano
De acuerdo a proyecciones del Consejo Nacional de Población,
México se prepara para el nacimiento de un poco más de 2.2 millones de bebecitos
en el 2014. ¡Muchas felicidades!
¿A qué país llegan las criaturas del Señor? He aquí un breve
vistazo:
Llegan a un país en el que dos terceras partes de la
población económicamente activa forman parte de la economía informal y
difícilmente pagan impuestos directos, dejando la carga impositiva para los
bolsillos de la tercera parte restante. El sistema tributario mexicano también
favorece a los que más tienen.
Llegan a un país cuyo índice de alcoholismo per cápita es el
más alto del mundo; un país donde el periodismo es una de las profesiones más
peligrosas; un país que ocupa el primer lugar mundial en secuestros; un país
donde Acapulco es la segunda ciudad más peligrosa del planeta; un país donde se
legisla al vapor, violando los procedimientos establecidos y donde los
legisladores legislan protegidos por
cercos policiacos y le tienen miedo a la consulta popular; un país de los más
corruptos del mundo; un país con una educación que deseduca; un país con
pésimos servicios de salud pública; un país donde la distribución del ingreso
empeora progresivamente; un país donde las políticas públicas son substituidas
por un discurso oficial feliz y ficticio; un país donde una televisora privada se
convierte de facto en la cuarta fuerza política nacional…
Un país cuyo gobierno es reprobado por el Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas; un país cuyo impacto económico de la violencia
es calculado en $4,400,000,000,000 (27% del PIB) por el Instituto para la
Economía y la Paz; un país donde la diabetes es ya un problema de seguridad
nacional; un país cuyos sistemas de impartición de justicia y penitenciario
están más o menos en ruinas; un país cuyo sistema bancario va rumbo a la
bancarrota, nuevamente; un país donde las finanzas municipales y estatales, en
general, están del cocol…
Un país donde el crimen organizado reta sistemática y exitosamente
al Estado en lo referente al monopolio del uso legítimo de la violencia y donde
ha logrado infiltrar a una buena parte del aparato policiaco; un país donde el
contrato de Estado entre el gobierno y la sociedad se ha quebrantado al grado
de cuestionar el pago de impuestos, ya que lo que la sociedad recibe a cambio
es prácticamente irrisorio; un país cuyo poder adquisitivo del salario lleva
más de 30 años deslizándose…
También llegan estos bebecitos a un país hermoso en su
geografía; un país con gente noble e ingeniosa; un país con una de las culturas
más ricas en términos históricos y culinarios… Y un país en el que la movilización
política de su sociedad, por el momento, brilla por su ausencia.
¡Órale!