El día de ayer se llevo a cabo el congreso de la carrera de estudios internacionales titulado ¨Nuestra América¨, organizado por la sociedad de alumnos. Dentro de las conferencias impartidas encontramos a ponentes como el embajador Juan Antonio Zabalgoitia, a la Dra. Alicia Puyana y la maestra Guadalupe González.
Diversos tópicos fueron abordados en las conferencias, entre ellos la proyección de Latinoamérica y su papel en la comunidad internacional durante los años venideros, la defensa y respeto de los derechos humanos en la región (América latina) o la integración socioeconómica entre los países que conforman la región anteriormente mencionada.
Sin embargo un tema es el que relaciona a los demás, el papel de México. ¿Qué papel juega México en América latina? Hace unos 30 años la respuesta hubiera sido sencilla, México era la principal economía en dicha región, contando con una economía más fuerte, mejores relaciones con países externos a la región y por supuesto, una democracia ¨fuerte¨.
Hay que reconocerlo, de una región de países pobres con golpes de estado cada mes, pues México resaltaba de una u otra manera. Sin embargo las cosas cambian, y en la actualidad podemos observar como Brasil toma un notorio liderazgo en la región. No solo eso, tambien vemos como países como Venezuela toman nuestro lugar en exportación de petróleo (probablemente el recurso más valioso que hasta el momento podamos tener).
Esto, aunado a una política cerrada dentro de la región a causa de los intereses de la elite política y empresarial del país, una guerra fallida en contra de las organizaciones delictivas y una sociedad inconforme con los nulos resultados de la famosa ¨transición a la democracia¨ , hacen que México haya perdido ese papel de liderazgo en la región.
¿Qué tan malo es no ser líder? Países como Dinamarca o Suecia no son líderes en la unión europea, y sin embargo son dos de los países con mayor índice de desarrollo humano. Canadá no es realmente un país líder a nivel internacional, pero la calidad de vida en el país (sumándose a un excelente sistema educativo y de salud) lo transforma en una gran nación para vivir.
Pero el orgullo mexicano es muy fuerte para eso, al parecer si no somos los que mandan no somos nadie. Lo cual es realmente lamentable si observamos la situación actual del país. Lamento decirlo, pero si queremos tener una influencia en el exterior, por menor que sea, debemos poner en orden las cosas en el interior primero.
No podemos deslindarnos por completo de nuestros vecinos del norte, para bien o para mal, sin embargo no es una razón para olvidarnos de nuestros vecinos del sur. A pesar de que una ¨Unión Latinoamericana¨ es un escenario bastante poco probable, afianzar las relaciones con instituciones, tratados de libre comercio y un tránsito tanto de personas como recursos más eficaces serian medios por los cuales las relaciones multilaterales de la región se verían afianzadas.
Latinoamérica es una región altamente conflictiva, con luchas por territorios y fronteras, distintas visiones políticas, altos índices de pobreza y lideres que solo piensan en el presente de su poder y no en el futuro de su país. Si queremos mejorar esta situación debemos empezar con nuestro país. SI logramos aprovechar el supuesto desarrollo con el que contamos, tal vez América Latina como región, y sus países que los conforman, puedan mejorar, no para ser la región hegemónica del mundo, pero si para ofrecerles a su población una vida digna y honorable.
Sergio Martínez Peralta
Lic. en Estudios Internacionales
Universidad de Monterrey
Universidad de Monterrey
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