José Luis Arellano Zuradelli
09 de Abril de 2014
Tesis I
Participación ciudadana, ¿para qué?, http://www.reporteindigo.com/reporte/monterrey/participacion-ciudadana-para-que
De manera muy puntual el articulo comienza con una cita de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, donde el artículo 39 de la carta magna señala en su primer enunciado que “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana de él." El propósito fundamental de la columna es cuestionar y denunciar la constante renuencia de los legisladores en el estado de Nuevo León para proveer un marco jurídico que establezca las normas para ejercer la llamada "participación ciudadana". Y es que la participación ciudadana no se limita a la emisión del sufragio, sino que abarca desde la vigilancia en el proceso de toma de decisiones hasta la rendición de cuentas posterior a la implementación, entendiendo lo anterior es más que lógico que el congreso neoleonés evite otorgar los mecanismos pertinentes para empoderar a la ciudadanía de dicho estado (actualmente sólo tres estados de la República no cuentan con una ley de participación ciudadana).
En concordancia con la autora de la columna, creo que efectivamente al otorgar un marco legal este no fungirá como “varita mágica” , sin embargo es el comienzo para desarrollar los vehículos de articulación y vigilancia de la ciudadanía hacia el gobierno. En el articulo se resalta que en un estudio de Alberto J. Olvera se enuncia que este tipo de leyes “han sido uno de los terrenos de innovación legal más relevantes”, y debe de serlo ya que la cohesión social no sólo fomenta un fortalecimiento del dialogo bidireccional entre sociedad y Estado, de igual forma incide en el bienestar colectivo y la garantía del componente democrático.
Al final del articulo, la autora relata como ella fue participe junto con varias organizaciones de la sociedad civil, en la entrega de una propuesta de iniciativa de ley que procura conceder los mecanismos de vinculación ausentes. Obviamente la iniciativa ha sido prácticamente ignorada y aun no se ha insertado en las prioridades de la agenda en el congreso. Paradójicamente la vigilancia ciudadana está llevándose a cabo a través de organizaciones de la sociedad civil que a su vez han estado manteniendo contacto constante con algunos de los legisladores que han demostrado interés en la normatividad. Es en este punto donde la naturaleza vigilante y objetiva de las organizaciones de la sociedad civil comienza a trasgredir y cuestionar la antigua concepción de la relación sociedad-Estado, en la cual el Estado pretende tomar por si solo decisiones sin el consenso ciudadano. Quizás sea hora de que los gobiernos locales se den cuenta de que la sociedad civil no sólo representa una base tributaria, sino que también es un componente más de la incipiente democracia nacional. Por más doloroso que les resulte, el poder debe guardar una línea horizontal con la ciudadanía, la cual está dispuesta a llenar los huecos que el aparato burocrático no tiene capacidad de llenar.
De esto sale bien fácil una tesis de licenciatura, con la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál podría ser una respuesta factible para combatir la ineficiencia y carente coordinación institucional de los gobiernos locales en materia de política social? Y la siguiente hipótesis: Aunque existen innumerables elementos que podrían contribuir a una articulación eficiente para el diseño e implementación de políticas sociales en los gobiernos locales; la participación ciudadana a través de organizaciones de la sociedad civil es la respuesta natural que además fortalece el componente democrático.
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