jueves, 3 de mayo de 2012

Se busca milagro, generosa recompensa!



El ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney ha sufrido las desventajas de pelear contra un gigante del proselitismo llamado Obama. Dentro del partido Republicano Romney gozaba del puesto que solo un pez gordo poseedor de grandes recursos puede reclamar, indudablemente el Sr. Romney se encontraba muy por encima de sus demás contrincantes republicanos. Sin embargo en cuanto a su carismático contrincante demócrata las cosas se tornan sumamente complicadas ya que el concepto de “el dinero es poder” quizás se vea mermado cuando tu adversario es el presidente de una nación. De acuerdo con la última noticia del New York Times, los republicanos acusan a Obama y reprueban el hecho de haber utilizado su repentina visita a Afganistán para reforzar su campaña; y es que el mandatario estadounidense no desaprovecha ningún tipo de oportunidad para apuntalarse dentro de la contienda para los próximos comicios presidenciales. Obama es un fruto de la mercadotecnia, como tal su equipo de campaña se puede jactar de ser uno de los más eficientes. Solo imaginemos la enardecedora escena. Obama pronunciando un discurso “bombástico” cargado de optimismo sobre el excelente por venir para el país norteamericano, dentro de una base militar rodeado de soldados con miradas de esperanza empáticos hacia el presidente, pendones maquillados de franjas blancas y rojas adornadas con sus estrellitas muy alineadas, Obama en mangas de camisa estrechando las manos de los héroes americanos residentes en Oriente próximo. Es imposible imaginar que Romney pueda superar tal despliegue de cliché nacionalista, un evento que tuvo como elemento clave la atribución del asesinato de Osama Bin Laden (el villano favorito de chicos y grandes) como objetivo cumplido de su administración. A pesar de que el candidato republicano pareciera que cuenta con recursos ilimitados y donantes fastuosamente magnánimos, todo esto no es competencia para un aparato de campaña electoral que de cierta manera favorece al presidente en turno. Hay que aceptarlo Mitt Romney cometió un terrible error de hermenéutica, porque una cosa es contar con fondos multimillonarios para tu campaña y otra es tener el apoyo del estado entero (hipotéticamente). La coyuntura perfecta es la de atribuirse aquello que es tu obligación realizar y la administración de Obama aprovecha cada meta alcanzada para desviar la atención de la crisis económica y se coloca medallas en el pecho. El único flanco que tiene que cuidar Obama es que la tasa de desempleo no se desplome y permanezca como está. Así que, como coloquialmente decimos, “que se la lleve de a pechito”. A mi parecer la batalla estaba perdida para Romney desde un principio, Obama no tenía que esforzarse demasiado para neutralizar al candidato republicano. Los últimos días han demostrado cómo las acciones y decisiones presidenciales se convierten inevitablemente en parte cardinal para el beneficio político y electoral de Obama cuyo segundo mandato ya se logra vislumbrar al menos que un milagro socorra a Romney.
link: http://thecaucus.blogs.nytimes.com/2012/05/02/romney-confronts-power-of-the-presidency/?ref=politics 
 José Luis Arellano Zuradelli
ID: 139472
R.I. UDLAP

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