Silvia Castillo Aguilera - 142743
Política Mexicana Contemporánea
En menos de cuatro meses el presidente de nuestro país, Enrique Peña
Nieto comenzó un importante pacto nacional, el Pacto por México para impulsar
una agenda de cambios estructurales y ya están en marcha las reformas educativas
y las de telecomunicaciones, así como la creación de la Guardia Nacional. Para
el segundo semestre del año, se espera que comience a abordar las dos grandes
reformas de seis años de gobierno: la fiscal y energética.
¿Por qué tanta prisa? Las razones
para esto son varias, pero lo más importante es que en realidad, Peña Nieto no
tiene seis años, sino sólo tres años para impulsar los cambios que desea. Lo
que el presidente quiere es evitar el “síndrome de presidencia fracasada”. En 2015, hay elecciones legislativas ese año
los partidos, que ahora han sido capaces de firmar un gran pacto nacional, van
a estar pensando más en ganar estas elecciones que en el trabajo sobre los
cambios y reformas.
Esto de hecho ha sido, la
historia de las tres últimas administraciones. La de Ernesto Zedillo, quien
después de enfrentar entre 1994 y 1997, la rebelión zapatista y la crisis del
"efecto tequila", en el 97’ perdió la mayoría en las cámaras y así se
inauguró un bloqueo político-institucional que perdura hasta hoy en día. Así después Fox el primer panista y a
diferencia de Fox, Calderón que pudo impulsar un ambicioso programa de
reformas, mientras que desencadenó la “guerra contra los cárteles”. Con estos
precedentes, Peña Nieto trata de tener un amplio apoyo político para las
reformas del Pacto por México, a diferencia de lo ocurrido con Zedillo, Fox y
Calderón.
Peña Nieto ni siquiera celebró un día la aprobación de la ley de telecomunicaciones, cuando ya
estaba anunciando la reforma financiera para animar y hacer crecer el nivel de
crédito que el país tiene en la actualidad.
Las dos reformas importantes de
la energía se centran en los cambios en impuestos y PEMEX. Peña Nieto destacó
que la reforma energética persigue modernizar y aumentar la producción de
petróleo para mejorar la economía familiar, mediante la reducción del precio
pagado por los hogares de luz y reducir las tasas pagadas por las empresas. El
presidente define la reforma fiscal como una de sus prioridades. Dijo que
impulsará una reforma integral de Hacienda, donde se amplíe la base tributaria,
se reduzcan al máximo los impuestos y privilegios fiscales, se simplifique el
sistema fiscal y se redefinan las funciones tributarias de los tres órdenes de
gobierno. La reforma tributaria es una emergencia extrema.
Y, por último, a finales de 2013,
el gobierno prevé que la reforma en materia de seguridad se encuentre en pleno
funcionamiento. La Guardia Nacional comenzará a operar en 2013 con 10.000
elementos que aumentarán con el paso de los meses. Todas estas reformas, si se
aplica correctamente, conducirá a convertir a México en una de las principales
economías emergentes del mundo.
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