martes, 18 de octubre de 2011

Regresando a casa

Por José Antonio Ramírez Yacotú Sierra
Ciencia Política
UDLAP

En los últimos días, la política norteamericana se ha concentrado en señalar la importancia de la carrera por la candidatura del partido republicano y por el proceso de campaña que ha seguido el Presidente Obama para lograr su reelección. Pero creo realmente que la política norteamericana ha olvidado a aquellos que han sacrificado su seguridad y su vida para defender lo que en algún momento se llamo el “estilo de vida norteamericano”, me refiero a los soldados que se encuentran comisionados en Afganistán e Irak. Menciono esto porque el pasado lunes decidí revisar los nombres de los soldados caídos en acción (Killed In Action) y me llamó la atención el hecho de que muchos de estos hombres y mujeres tenían una edad similar a la mía cuando fallecieron, esto realmente me hizo pensar en las razones por las cuales estos jóvenes decidieron sacrificar su vida; mejorar su futuro, alcanzar ciudadanía norteamericana para ellos y sus familias, conseguir una oportunidad para estudiar la universidad, enorgullecer a sus familias, etc. Pero al final no hay manera de describir todas las razones, pero lo que sí se puede mencionar es que tienen la suficiente valentía y coraje para ir al frente, y vivir y morir por sus ideales.

Pero esto ¿qué tiene que ver con la política norteamericana? Bueno, el regreso de las tropas se ha vuelto una de las principales promesas de campaña desde que el Presidente George W. Bush ocupaba este cargo. Y de cierta manera les Estados Unidos de American han retirado muchos de sus soldados del frente de combate, pero he aquí el verdadero problema norteamericano, estos hombres y mujeres son héroes y se les debe tratar como lo que son, y desgraciadamente el gobierno norteamericano no lo ha hecho.

Se sabe que debido a su entrenamiento y su forma de vida, los soldados presentan trastornos de comportamiento relacionados a la gran cantidad de estrés, falta de sueño y el constante peligro, debido a esto se hace increíblemente difícil que se adapten a la vida civil, y es por eso que se les debería aportar los merecidos cuidados médicos, apoyo económico, apoyo para conseguir un trabajo bien remunerado y en el caso de aquellos que realizaron el máximo sacrificio por su país y murieron el combate, el gobierno está obligado, no solo por principios legales sino por principios morales a aportar todo el apoyo necesario para las familias de los héroes caídos.

No obstante, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica ha decidido que el problema de los soldados que regresan a casa debe de ser escondido detrás de imágenes de patriotismo como lo son las ceremonias de bienvenida en los aeropuertos de la nación, pero desgraciadamente para los políticos norteamericanos, el regreso de los héroes no es siempre agradable, debemos recordar que muchos de los soldados regresan en ataúdes cubiertos por la bandera de las barras y las estrellas, y que sus funerales lo único que se les da a sus familias es una bandera doblada y una frase “esta bandera es presentada en nombre de una nación agradecida, como prueba de nuestro aprecio por el servicio honorable y fiel que su ser amado a rendido”[1]. Espero sinceramente que en las futuras elecciones, cuando el candidato por el partido republicano y el candidato por el partido demócrata hagan campaña no olviden a aquellos hombres y mujeres que hacen que los Estados Unidos sean conocidos como el “hogar de los valientes”.


[1] FAQ´s, Oregon´s Military Funeral Honors Program, disponible en http://www.mil.state.or.us/OMFH/FAQs.htm#FH5

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