Las elecciones del 2012 comienzan a ser un foco de atención. Entre los posibles candidatos presidenciales, Enrique Peña Nieto destaca por su popularidad entre los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre la población en general, haciendo posible un regreso del mencionado partido a la presidencia.
Existen diversos factores en la realidad nacional, que inciden a favor de PRI y Peña Nieto: uno de los principales es el disgusto de la gente con el gobierno actual. Aunque la economía del país se encuentra fuerte y estable, la guerra contra el narcotráfico desatada por el gobierno de Felipe Calderón ha incrementado enormemente la violencia en el país, lo cual a colocado al Partido Acción Nacional en el 3er lugar de preferencia a nivel nacional.
Otra fortaleza es la indiscutible popularidad de Peña Nieto, quien invierte alrededor de 130 millones de pesos al año en publicidad para su gobierno, lo que le ha generado el apoyo de las televisoras que se ha traducido en que ya es conocido por 9 de cada 10 mexicanos, y en una encuesta realizada por el gabinete de Comunicación Estratégica se reportó que el 49.7% de los votantes elegirían a Enrique Peña Nieto como presidente de México, seguido por Marcelo Ebrard militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con el 18.2% de los votos y Santiago Creel quien contendería por Partido Acción Nacional (PAN) con el 14%.
El ultimo factor favorable al PRI que mencionaremos es la falta de candidatos “fuertes” del PAN y la división de los partidos de izquierda.
Actualmente 17 estados son gobernados por el PRI por lo cual podemos pensar que el PRI sigue tomando fuerza.
Entre los factores adversos, al Partido Revolucionario Institucional (PRI), está su imagen desgastada debido a un pasado autoritario y con altos índices de corrupción, además de que su maquinaria electoral ha perdido efectividad como lo demuestran las recientes victorias electorales de la oposición en estados tradicionalmente Prisitas como: Oaxaca, Guerrero y Puebla.
El escenario, que en este momento, aparece como el único que puede impedir la victoria del PRI, es una alianza entre PAN y PRD con un candidato fuerte. En este sentido hay quienes piensan que pueden tener una buena aceptación entre los electores, aunque hay otros que opinan que las diferencias ideológicas (por ejemplo respecto al aborto, uniones civiles entre homosexuales) les harían perder un numero de votantes suficiente para perder la elección aun en ese escenario.
Todo indica que si las elecciones fueran hoy, Enrique Peña Nieto como candidato del PRI seria el ganador sin embargo, aun falta mucho tiempo y la mencionada ventaja podría facilitar la alianza PRD-PAN, no podemos descartar, como ha ocurrido en el pasado las elecciones, pudiera surgir información hasta hoy desconocida que cambie las tendencias, además de que los altos índices de violencia en el Estado de México o posibles actos de corrupción o delictivos de los colaboradores de Peña Nieto, podrían también influir negativamente .
Lucía Zúñiga Werner
Relaciones Internacionales
Universidad de las Américas Puebla
No hay comentarios:
Publicar un comentario