Diego Carmona Vera; 139766 - Relaciones Internacionales; UDLAP
El día de hoy, un artículo del periódico “The Washington Post” habla acerca de la preparación de Mitt Romney para el debate que tendrá con Obama sobre la Política Exterior de Estados Unidos; desde el punto de vista del equipo de Mitt Romney (y el mío), éste tiene una tarea difícil de conseguir puesto que Obama ha hecho un buen trabajo en Política Exterior desde el hecho en que, en su periodo de administración, consiguió cumplir el anhelo de muchos: la muerte de Moammar Gaddafi y de Osama bin Laden, obteniendo así mayor seguridad nacional ante la amenaza que este par de personajes representaba.
Romney, por su parte, argumenta que él tendrá una Política Exterior más frontal y directa, teniendo como base el encarar a países como China, Rusia e Irán para así poder saber en qué países confiar y en cuáles no; él objeta que Obama ha sido muy suave en diversas decisiones de su Política Exterior y que Estados Unidos debe de mantenerse en el papel de hegemón. Romney critica a Obama por falta de diplomacia por su declaración de que iban a cavar la tumba de Rusia ya que era su principal amenaza y enemigo geopolítico, poniendo así en riesgo el papel de Estados Unidos en la diplomacia.
A mi parecer, será un debate interesante; Romney muestra argumentos fuertes que podrían causar polémica y poner en aprietos a Obama, a pesar de que muchos dan por ganador del debate a Obama por sus recientes logros, Romney y su equipo de trabajo tienen un argumento de vital importancia: Estados Unidos, durante el mandato de Obama, ha perdido en el aspecto económico. Por lo anterior Romney podría tener una esperanza de ganar el debate y obtener más votos a su favor para la elección electoral.
Por otra parte, Obama tiene a los votantes a su favor según encuestas realizadas en cuanto a su Política Exterior en las cuales ha tenido resultados positivos y buenos comentarios siendo elegido por algunos como el mejor en dicho ámbito; los analistas no sólo le dan ese punto a su favor, sino que argumentan que Romney y su equipo de trabajo no tienen la experiencia suficiente para vencer con argumentos convincentes a Obama que ha tenido éxito desde el punto que ha defendido la seguridad nacional.
Más allá del resultado del debate, ambos tienen una difícil tarea en el ámbito de la Política Exterior debido a los conflictos que Bush dejó: es fundamental que ambos trabajen en la cuestión de los conflictos internacionales y que busquen maneras diplomáticas y convincentes para llegar a una solución de los mismos, probablemente de las resoluciones de Política Exterior que converjan de este debate se pueda obtener una idea más clara de quién será el próximo presidente de los Estados Unidos.