jueves, 29 de septiembre de 2011

Tema caliente: Hanna Arendt y el aborto en México

Por Flavio Díaz Mirón Rodríguez
Ciencia Política - UDLAP

El tema más caliente de la política nacional es si invalidar las reformas de aborto en los estados de San Luis Potosí y Baja California. ¿Qué dicen estas reformas? Si en cambiar párrafos de ambas constituciones estatales en lo que se refiere a  la protección del derecho absoluto a la vida desde la concepción. La controversia se originó cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación se polarizó entre los que quieren abrir el diálogo y los que ni quieren que se toque el tema.

Los ministros Fernando Franco y Luis María Aguilar abogan por el diálogo, debate, revisión y/o modificación de las leyes estatales en lo que se refiere al aborto. Los ministros Salvador Aguirre y Guillermo Ortiz defienden la constitucionalidad y validez de las constituciones estatales.

El cardenal Norberto Rivera exhorta a toda la población de rechazar los dictámenes diabólicos e ilógicos de los magistrados. También contamos con la presencia del que sí pudo, Marcelo Ebrard; éste pidiendo que se respetara lo aprobado en el DF.

¡Pero todavía hay más! En medio de sus rodajes de comerciales en Quintana Roo, promoviendo el turismo seguro, el mismísimo Presidente Felipe Calderón, pidió a la Cámara de Senadores retirar la declaración interpretativa formulada por el gobierno de México respecto a la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Esta convención señala que la ley protegerá “en general” el derecho a la vida a partir de la concepción y es gracias a este “en general” que la ley es interpretativa y queda a criterio de cada estado interpretar la ley.

Y como no podía faltar la figura de un académico, el rector de la UNAM, José Narro Robles argumentando que las reformas impiden el uso de la píldora del día siguiente y la fecundación in vitro, prácticas que no amenazan contra la vida de la mujer.

¿A qué viene Hanna Arendt con todo esto? La natalidad para Arendt es de suma importancia y nos permitirá analizar el tema caliente del aborto desde otra perspectiva. Para Hanna, “dado que todo individuo es irreductiblemente único, su venida al mundo implica la capacidad de ocasionar algo nuevo; el individuo posee la capacidad de inscribir en la realidad algo inédito, algo que antes no estaba... un elemento de natalidad es esencial en todas las actividades humanas, la acción política constituye su más directa correspondencia.”

Después de leer lo que Hanna dice sobre natalidad, nuestra primera opinión podría ser que está a favor de la vida desde la concepción. ¿Es afirmativo este juicio? Por supuesto. Sin embargo, Arendt desarrolló su filosofía política en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Hitler exterminaba a millones de judíos, como Arendt. Ella creía que mientras exista un judío o un individuo con una identidad bien definida, su potencial puede cambiar al mundo.

¿Es pertinente comparar la situación de Arendt con la situación actual de violencia? Depende. Primero, el exterminio de millones de judíos no es comparable con las cuarenta mil muertes en manos del ejército y el narco. Lo eminente de la natalidad es tal porque la situación de Arendt era mucho más extrema, global y fatal que la guerra contra el narcotráfico, por lo que, el significado de la natalidad en el México actual no es tan poderosa. Segundo, Hanna nunca tuvo que plantearse la pregunta si un óvulo fecundado, embrión o feto ya era alguien. Los avances modernos en la biología embrionaria no estaban tan desarrollados. Tercero, y no tiene que ver con Arendt. La posición conservadora se sostiene en ideas religiosas y el estado mexicano es laico desde tiempos de Benito Juárez. ¿Alguien recuerda la separación de Estado-Iglesia?

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