lunes, 15 de octubre de 2012

Escocia piensa en su independencia.


Por: 
Juan Pablo Navarro Villagrán.
143658
Licenciatura en Relaciones Internacionales
15 de octubre de 2012

Octubre de 2014 es la fecha tentativa para la votación que se llevará acabo como respuesta de una propuesta principalmente de parte del partido Partido Nacional Escocés (SNP) que pone a la independencia de Escocia en la puerta de la negociación.

Esta propuesta independentista nos hacer voltear a ver el día de hoy al Reino Unido después de que el Primer Ministro Británico David Cameron y el ex jefe de gobierno escocés Alex Salmond firmaran el acuerdo de referéndum y le hayan fijado fecha.

La propuesta tiene su historia y la firma del tratado se lleva a cabo en un marco de incertidumbre y problemas económicos en algunas naciones de la Unión Europea.

Un punto de vista nacionalista propondría que el SNP tiene el poder suficiente para tomar la decisión en nombre de Escocia mas el partido ha puntualizado que no podría declarar la independencia por sí mismo por el simple hecho de que no son ellos quienes deban tomar la decisión sino el pueblo, y que éstos determinarán el futuro que quieren para su Escocia. Por su lado las autoridades de Reino Unido declararon que en caso de que el pueblo escocés desee su independencia, ésta les será cedida por medio de una serie de acuerdos sin problema alguno.

Aún cuando la votación parece ser algo seguro, el hecho de que ésta resulte positiva es todavía una incógnita para las encuestadoras británicas ya que si bien el Partido Nacional Escocés es el actual partido gobernante en Escocia y por tanto la mayoría de los votantes escoceses simpatizaron con sus propuestas, la independencia no es una de las que más generaron interés en sus votantes. Esto aunado a la creencia de que muchos de los votos que consiguió el partido fueron votos cedidos con la intención de reprimir al partido de oposición debido a su mala actuación en su momento en el poder.

Entre otras cosas y para asegurar un consenso poblacional mucho más cercano a lo que las mayorías prefiere, el requerimiento mínimo de edad para participar en la votación ha sido reducido a los 16 años. Esto contempla un reto para la sociedad escocesa que tendrá la responsabilidad de informarse mucho mejor acerca de las repercusiones y beneficios que una independencia podría traer a Escocia y pone a prueba a capacidad de los jóvenes para tomar decisiones concretas sobre un futuro que impactará directamente en la forma en la que ellos interactúan con la política de su país.

La votación se llevará de la manera más simple posible, las opciones han sido reducidas a una elección “a favor” o “en contra”  y se efectuará bajo la supervisión del Comité Electoral que vigilará los procedimientos de campaña, para la difusión de propuestas, y de la elección.

La situación bien nos puede remitir a la estructura Hobbesiana de un Estado y deja pensar muy bien de la democracia del Reino Unido. El caso pone un ejemplo de cómo un gobierno puede funcionar correctamente como herramienta para ejecución de ideas y voluntades de un pueblo. Escocia ha puesto a pulso los ideales fundamentales de la democracia y tendrá aquello que su pueblo decida para sí.

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