martes, 12 de noviembre de 2013

La pelea por la reforma político electoral

Teresa Yolanda García Escalante
Introducción a la Ciencia Política
12 de noviembre del 2013



El PAN, PRD y PRI, aún no logran un acuerdo concreto respecto a la reforma político electoral. Cuya propuesta comenzó en julio de este año y prevé reformas en la constitución y al código electoral, así como una ley de réplica y de participación ciudadana.

Las diferencias empezaron a surgir cuando, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, líderes del PAN y PRD, respectivamente,  decidieron presentar de forma independiente sus propuestas a la reforma.

Madero propone cancelar el registro de partidos que no alcancen el 5% en cualquier elección federal ordinaria, la implementación de la segunda vuelta, la autonomía del ministerio público, la reelección para diputados y senadores y un nuevo catálogo de sanciones electorales en los que se encuentra una reforma para el rebase del tope de gastos de campaña.

Por su parte, el dirigente del PRD, Jesús Zambrano,  sugiere la fiscalización de los gastos de partidos políticos, una reglamentación para poder establecer coaliciones en el gobierno, regular el derecho de asociación en política (este último como parte de su propuesta de “Ley General de Partidos”), una jornada electoral única, entre otras.

En lo único que concuerdan ambos partidos es la transformación del Instituto Federal Electoral en el Instituto Nacional Electoral

Emilio Gamboa, coordinador del PRI en el Senado, mencionó que su partido esta dispuesto a analizar las propuestas expuestas por los otros dos partidos.

Probablemente esta semana, las comisiones lleguen algún dictamen para terminar con este asunto y puedan enfocar su atención en las otras reformas que están pendientes.


En cuanto al vínculo que existe entre la noticia y el libro de “Nuevo curso de ciencia política”, lo relaciono con el capítulo de los Gobiernos: el gobierno dividido y el de políticas públicas.

El PAN y el PRD son dos partidos con ideologías completamente diferentes, siendo polos opuestos prácticamente . Cada uno viendo por sus propios intereses en sus propuestas de ley (lo que también hace que se relacione con políticas públicas, al ser estas un producto de interacción con muchos interés de por medio).
Al entrar ellos en conflicto de intereses, tiene como consecuencia un gobierno dividido, que funciona de manera deficiente y produce, como lo menciona el libro, una “zona gris de competencia/colaboración.

Respecto a la relación con políticas públicas se puede considerar a la reforma político electoral como una política pública de tipología constitutiva porque los actores principales son la asamblea legislativa y los partidos políticos y el sector de intervención es la modificación a la constitución teniendo como principal característica el acuerdo al que se necesita llegar.

CONCLUSIÓN.
Personalmente, no me inclino por apoyar completamente a ninguno de los dos partidos. Concuerdo con algunas propuestas del Partido Acción Nacional, como la cancelación del registro de partidos que no alcancen más del 5% en alguna elección o la implementación de la segunda vuelta, pero también con algunas de la oposición como la fiscalización de gastos a partidos políticos.

Ambos partidos, como siempre, están viendo salvaguardar sus propios intereses (por ejemplo: ambos coinciden en la reelección)  y  probablemente los cambios que se lleguen a dar serán mediocres, beneficiando sólo a una minoría.


No considero que la creación del Instituto Nacional Electoral vaya cambiar la situación, probablemente sólo acabe siendo una gran pérdida de dinero.

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