Estados Unidos reduce el capital para la lucha antidrogas

María de las Nieves Hernández Solano

Derecho - UDLAP

El gobierno de Estados Unidos continúa apoyando la lucha antidrogas en el Estado mexicano. Esto puede afirmarse debido a que el Presidente Barack Obama, al presentar su petición fiscal del año 2013, destinó parte del presupuesto para continuar con el respaldo y el apoyo al gobierno mexicano.

Sin embargo, también mostró una reducción de 14.5 millones de dólares respecto de la cantidad que se aprobó para el año 2012, aunque aseguró que desea que tales fondos sirvan para mantener la relación con el gobierno que resulte electo en julio del presente año.

De esta manera, se estableció el capital que será destinado para apoyar la Iniciativa Mérida, que es básicamente un acuerdo de cooperación entre ambos países para prestar asistencia técnica, respetar la soberanía de cada uno, adecuada capacitación del personal encargado de la seguridad nacional, etc.

Aseveró también que la sociedad con México continuará como hasta ahora y que los 250 millones de dólares que se solicitan para el 2013 ayudarán al Estado a continuar con las medidas que se plasmaron en la Iniciativa.

Cabe mencionar que el trasfondo del asunto es que el país norteamericano está interesado en resguardar su territorio para disminuir los riesgos que representan el tráfico de drogas y el aumento en los últimos años de la criminalidad en el norte de México, aunque parece que omite el hecho de que no se han realizado acciones oportunas para imposibilitar el paso de dichas sustancias a través de la frontera mexicana.

Mi opinión es que la reducción o el aumento del capital destinado a este tipo de prácticas no representan una diferencia significativa en la lucha anticrimen, debido a que el verdadero conflicto interno con el que debe lidiar el país es la impunidad, ya que, los narcotraficantes y las personas relacionadas con estas prácticas ilícitas  no temen ante la falta de represalias que toma el Estado para condenarlos.

Así, la impunidad trae consigo otros problemas como la corrupción, el incremento de los delitos o la negación de acceso a la justicia a los más debilitados, que tienden a mermar los resultados positivos que puedan lograrse con el esfuerzo de las autoridades competentes. Esto a su vez afecta al sector económico ya que la inversión realizada en el país ha disminuido considerablemente en el transcurso del sexenio de Felipe Calderón.

Por último, es ineludible admitir que el gobierno mexicano, al no haber conseguido resultados favorables en cuanto al desmantelamiento de organizaciones criminales, se ve en la necesidad de pedir ayuda al estado norteamericano, lo que trae como consecuencia la inherente necesidad de recurrir siempre a éste para tomar decisiones cruciales ante dicha crisis.

Si bien el apoyo económico de Estados Unidos es de gran ayuda para el país, estos recursos deberían ser utilizados para crear campañas de prevención del consumo de drogas para jóvenes y niños, en vez de concentrarse únicamente en perseguir a los delincuentes y capacitar a las policías ante esta situación, pues esto únicamente genera más violencia. Esto, debido a la escasa veracidad con la que trabaja la Procuraduría General de  la República que no parece presentar resultados óptimos ni ha demostrado estar a favor de los ciudadanos perjudicados respecto al asunto.

Fuente:

Proceso: http://www.proceso.com.mx/?p=298207