María Fernanda
Castañeda Bringas
ID 138518
Tesis I
9 Septiembre de 2013
http://www.proceso.com.mx/?p=352111
No resulta muy difícil
percibir lo que se quiere dar a entender en este artículo. En los últimos años, presenciar diferentes movimientos
sociales se ha vuelto una costumbre para los mexicanos.
Como suele suceder, los
desconformes salen a las calles a manifestarse, bloquean avenidas principales y
una que otra vez se alojan en el zócalo permaneciendo en espera de una posible solución.
Y como es de esperarse, estando
en México y después de unas buenas vacaciones, observamos como los maestros salen a las calles a manifestar
su desacuerdo por la nueva reforma educativa. Todo esto debido a que al poner
en marcha un plan para una
continua evaluación a los docentes,
se pondrá en peligro las plazas que poseen. Aunque algunos dicen que no es sólo eso, si no también, por
el hecho de que se cobrará el material de estudio y el costo de la
infraestructura a los padres de familia.
A pesar de lo que se tenía previsto,
las manifestaciones no fueron tan pequeñas. En alrededor de 22 estados el
movimiento magisterial se hizo notar. Su estrategia parece ser clara. Sin embargo, después de varios días de
salir a las calles temen por una posible “persecución”.
Esto se debe a que se han dicho
varias versiones sobre el supuesto movimiento, “que lo habían vendido , que
habían negociado por separado en Gobernación, que traen una agenda estatal y no les interesa la
educación”. Dicen algunos, que los medios de comunicación no muestran lo que
realmente sucede. No dudo que sea verdad, vivimos en un país donde los medios
de comunicación se manejan a expensas de los que están en el poder.
Pero, si se observa en estas
manifestaciones a personajes del ámbito político como Cuauhtemoc Cárdenas o al
Peje con sus declaraciones en contra de la reforma energética, resulta un tanto
obvio (aunque no correcto), que el Gobierno en turno esté intentando reprimir a
éstos justicieros, que sólo buscan el bienestar de nuestro país. Que quede claro que no estoy a favor de
uno u otro. Es evidente que ninguna de las dos partes ha sabido manejar el
problema.
Lo que me resulta un tanto curioso,
es que ésta “represión”, como bien lo menciona el artículo, se compare con el movimiento
estudiantil de 1968. Exactamente 45 años después del movimiento, la idea de que
posiblemente éste tipo de acciones esté resurgiendo con fuerza en 2013.
¿Será entonces, que después de
tantos años hemos regresado a los años del Gobierno represor o será solamente una posible estrategia
partidista, que está metiendo las manos para seguir alentando a rechazar la
actual administración presidencial?
Al parecer, sólo el tiempo lo
dirá o en éste caso, el Gobierno.
De esto sale bien fácil una tesis
de licenciatura, con la siguiente pregunta de investigación: ¿De qué manera la
reforma educativa representa un progreso para el país?. Y la siguiente
hipótesis: La reforma educativa representa una modernización al sistema
educativo actual, de alguna manera marca un antes y un después en el aspecto
económico, político y social del país. Al reconocer la capacidad del magisterio
y promover una mejor capacitación, no sólo se beneficiará a profesores y
alumnos, si no también, se podrá posteriormente tener más libertad para
realizar los cambios necesarios que requiera el deficiente sistema educativo
con el que cuenta México actualmente.
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