INTERNACIONAL. Elpaís.com.
Ana Luisa Méndez Cota 140345; Tesis I
Antes
de empezar a describir esta noticia, considero importante hacer un preámbulo que
explique por qué me interesé en este tema en particular cuando, en cuestión de
seguridad, cualquiera consideraría que hay temas mucho más apremiantes en
puerta - tal como es el caso de Siria, el narcotráfico en México y el espionaje
por parte del gobierno de Estados Unidos – que la discriminación de una minoría
étnica en Europa (pues ciertamente esto no ocurre sólo en Francia sino a lo
largo y ancho de la Unión Europea). En mi opinión, este tema es crucial en el
contexto de la integración europea por dos razones: en primer lugar, la
discriminación que se está presentando en contra de los gitanos pone en jaque a
los principios fundamentales que integran a la sociedad europea. ¿Cómo se puede
hablar de una integración política, social y económica, cuando parte de la
población es discriminada en todos los ámbitos, impunemente, una y otra vez? En
segundo lugar, vale la pena preguntarse ¿qué va a pasar cuando los gitanos –
sean Rumanos o Búlgaros – no puedan seguirse desplazando? Me resulta imposible
creer que, en este punto, países como Francia crean que, una vez que la
población haya salido de su territorio, pasará a ser el problema de otro país y
que no habrá consecuencias para la Unión Europea en su conjunto y, por
consiguiente, para Francia misma.
La
noticia comienza a relatar cómo es que el tema de los gitanos se ha convertido primordial tan cerca de las elecciones (previstas para la primavera del 2014) y de la opinión que Manuel
Valls, el Ministro del Interior francés, tiene respecto al tema; básicamente,
Valls opina que los campamentos de gitanos deben ser desmantelados y sus
ocupantes expulsados del país, infiriendo que su integración es problema de los
países de origen (Rumania y Bulgaria). Dichos campamentos tienen entre 5 y 20
millares de gitanos, y su desmantelamiento ha comenzado ya en Lille – al Norte
de Francia – donde hace una semana ocurrió un desmantelamiento con base a una
petición de la alcaldesa. Finalmente, Valls aclaró que las negociaciones
respecto a la entrada de Rumania y Bulgaria al espacio Schengen (lo cual
representaría una circulación más permisiva de los gitanos) no se ha decidido y
que, además, sólo se refiere a la circulación aérea.
Por
último, la noticia cierra con un análisis acerca de cómo esta problemática se
ha politizado aún más debido a la cercanía de las elecciones, haciendo de los
gitanos el “chivo expiatorio” del proceso político en diferentes regiones como
Toulouse y París. Específicamente, esto ha sido notable en los discursos de
dirigentes y servidores públicos; como se ha expresado en un comunicado de
diferentes organizaciones en pro de los Derechos Humanos, los discursos
expresados en contra de los gitanos únicamente han contribuido a la
estigmatización de este grupo y al mantenimiento de la xenofobia, por lo que no
solamente son irresponsables sino además degradantes.
De esto sale bien fácil una tesis de licenciatura con
la siguiente pregunta de investigación: ¿Por qué es importante encontrar una
solución al desplazamiento forzado de los gitanos en Francia? Y la siguiente
hipótesis: Porque tarde o temprano la
comunidad gitana va a comenzar a luchar contra ello de forma organizada,
representando un problema para la Unión Europea en su conjunto y
desestabilizando social, económica y políticamente a la zona; además, este
desplazamiento forzado representa una clara violación a los principios de
igualdad y justicia social sobre los cuales está basada ideológicamente la
integración europea.
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