lunes, 30 de septiembre de 2013

La legalización de la marihuana en México


Antonio Durán González
140659
Tesis I


La mayoría de los países del mundo han seguido una estrategia de criminalización, sanción y persecución hacia los consumidores de la marihuana. Esta estrategia se consolidó en el mundo a través de un tratado internacional en 1961, llamado la Convención Única sobre Estupefacientes firmada en Nueva York.
Mucho se cuestiona sobre cuáles fueron los criterios que ubicaron a la marihuana en un grupo ‘’obscuro’’, al lado de la cocaína, heroína o metanfetaminas, en lugar de ubicarla en el grupo  ‘’aceptable’’ del alcohol o el tabaco. También se cuestiona mucho el comienzo de la prohibición, e incluso en distintas bibliografías se menciona que todo comenzó como un modo de control a ciertas minorías por parte del Estado.
Pero dejando a un lado los motivos y circunstancias que situaron a la marihuana como una sustancia que debía ser prohibida, nos deberíamos enfocar más en los resultados que este tratado internacional y la estrategia señalada ha provocado. Ya van 52 años desde que aquél tratado fue firmado y creo que es necesaria una reevaluación para trazar nuevos planes y nuevas estrategias.
Ningún país ha llevado a cabo una estrategia tan frontal y con tanta esencia criminalista, como lo ha hecho México. La famosa ‘’Guerra contra el narco’’ emprendida por el Presidente Felipe Calderón Hinojosa resultó en más de 60,000 muertes. No hay mejor evidencia que lo que ha pasado en el Estado mexicano para  demostrar los resultados negativos que la estrategia actual esta arrojando.

En cuanto al aspecto económico México también esta perdiendo por no legalizar la marihuana. La legalización de la marihuana podría representar un aumento a la recaudación fiscal del país. Los impuestos al consumo y a la producción de marihuana podrían ser utilizados para la prevención y la rehabilitación.
Mientras que México persiste con la estrategia de penalización y criminalización, otros países y/o estados han avanzado hacia la legalización y regularización. Ejemplo de esto puede ser Uruguay, Holanda, Colorado o Washington. Estos países y Estados se están aprovechando de un mercado nuevo y creciente, lo cual les genera un crecimiento económico significativo. Por su parte México, siendo un país naturalmente productor de marihuana se esta quedando atrás en el desarrollo industrial del cáñamo.

Criminalizar la moralidad privada no da buenos resultados. Ejemplo de esto fue lo que pasó con la Ley Volstead en EEUU durante las primeras décadas del siglo XX. En lugar de criminalizar, se debe administrar, legislar y regular.

Sin embargo, muchas veces en México (y no sólo en México) parece que las leyes y la constitución son intocables e inmodificables. No se comprende que las políticas públicas no son eternas o ‘’finales’’, sino que son el resultado de un acuerdo entre las partes de un Estado (entiéndase como gobierno, sociedad, organizaciones e instituciones) en un determinado momento, con un determinado problema y un determinado espacio. Hace 52 años el acuerdo fue la criminalización, pero este problema ha adquirido nuevas formas y nuevas profundidades, las cuales lo redefinen. La redefinición del problema lleva a una reinvención y a una reconstrucción de las políticas públicas.
Las políticas públicas y las leyes deben obedecer a la evolución de la sociedad, y a la continua búsqueda de identidad de la misma. Las políticas que restringen o se oponen al cambio natural de la sociedad están destinadas a fracasar.

‘’De esto sale bien fácil una tesis de una licenciatura, con la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuáles han sido los impactos políticos y sociales de la legalización al consumo de la marihuana? Estudio comparativo: Holanda, Colorado, Uruguay y México. Y la siguiente hipótesis: La legalización de la marihuana podría convertir a México en un país fuerte en la industria del cáñamo y también en un país líder en materia de drogas y adicciones.’’

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