martes, 17 de septiembre de 2013

Órale Politics: ¡Viva México Camaradas!

Por Gustavo Cano

Hace poco me preguntaban que cómo iba yo a festejar este 16 de septiembre. Me quedé pensativo y concluí que prácticamente no había nada que festejar. Ciertamente, respeto mucho a aquellos que festejaron la independencia de México, pero insisto: esto no da como para un festejo ni de medio pelo.

Brevemente repasemos el estado del país.

Vivimos en una nación que tiene no dos, ni tres, sino cuatro diferentes Estados. Primero el Estado formal, con su sociedad, su gobierno, su soberanía y su territorio. Luego los otros tres Estados, con la misma sociedad, el mismo territorio y más o menos la misma soberanía, pero con otros actores fungiendo como rivales directos del gobierno original: el crimen organizado que, gracias al Calderón (a.k.a. el Churchill), pasó de ser narcotráfico a crimen organizado. Luego los sectores de la sociedad que comienzan a organizarse como gobierno y cuya principal manifestación, aunque no la única, son las unidades comunitarias de autodefensa. Finalmente el gobierno estadounidense que controla las decisiones básicas de inteligencia de nuestra nación en la guerra contra el narcotráfico, donde ellos ponen los dólares y nosotros los muertos. La principal característica de estos tres Estados es que rivalizan sin problema alguno con el primer estado en el monopolio del uso de la violencia. En términos de Estado, el Estado mexicano está siendo utilizado y desgarrado por los otros tres Estados, poco a poco, de manera progresiva y constante.

Actualmente se trata de privatizar PEMEX sin privatizarlo. Discursos y publicidad cínicos que tratan de ocultar al elefante en el cuarto: para hacer todo lo que el gobierno dice que quiere hacer, definitivamente no hay necesidad de modificar la constitución. Al respecto, recomiendo checar los argumentos de Cárdenas, el nieto, que son bastante coherentes. El caso aquí es que está en juego el futuro de unas dos o tres generaciones de mexicanos, si no es que más, por el hecho de que las ganancias de la explotación del subsuelo mexicano se repartirían en las oficinas de las grandes compañías petroleras estadounidenses e inglesas, principalmente. Una especie de Iraq sin necesidad de una invasión cínica e insultante.

La educación está del cocol y ya lleva así más de veinte años. Punto.

La distribución del ingreso va para atrás: los que más tienen, tienen más y los que menos tienen ni en cuenta, y cada vez tienen menos. Parece ser que el nombre del juego aquí es apañar a como dé lugar y cuidadito y se respingue: se le acusa de mesiánico e irresponsable populista fracasado.

El actual gobierno aparentemente quiere maquillar todo con cifras y porcentajes vagos. Esto es preocupante. Al no haber parámetros claros de medición de las políticas públicas, ¿cómo se sabe si han funcionado o si necesitan reajustes para que funcionen?

El crimen organizado sigue haciendo lo que se le pega la gana en la mayor parte del territorio nacional. Las policías del país están infiltradas en su mayoría y la sociedad mexicana cada vez más paga un impuesto doble: el primero al Estado formal y el segundo al crimen organizado. ¡Gracias por la herencia, Churchil ingenuo! Por cierto, acaba de declarar en Harvard que el problema actual del país no es el narcotráfico, sino el narcomenudeo. Amén.

La clase política en el poder, en su abrumadora mayoría, se ha vuelto indiferente ante la problemática de crisis de Estado mexicano y/o le entran a la corrupción con un descarado y sabrosón gusto. La corrupción, además, está ya generalizada en el país, además de galopante.

México es el país más peligroso para que los periodistas trabajen, tan sólo detrás de Afganistán e Iraq.

Un sistema de justicia y penitenciario en ruinas. Punto.
Se prostituyen los principios básicos del neoliberalismo en aras de los intereses de un grupillo de camaradas en el poder. La clase política y sus acciones al servicio de un neoliberalismo apañador que nada tiene que ver con la esencia de la teoría: el ejercicio del libre mercado. Aplicación política de lo anterior: el ejercicio del libre mercado considerando que una política coherente de Estado hace a un lado del esquema doctrinario neoliberal las áreas estratégicas para el desarrollo y seguridad de la nación. Cosa que la mayoría de los actuales dirigentes del país ni se les ocurre hacerlo. Gobernar no es seguir de manera ciega la doctrina neoliberal.

El sistema tributario actual se encarga de regresarle a Televisa 3000 millones de pesos y los  funcionarios gubernamentales se enojan porque la ciudadanía se lo reclama: “¡Fue legal, fue legal!” se la pasan ladrando. El dueño de Televisa festeja medio vestido en el Estadio Azteca. Para rematar, Televisa ya está lanzando a su candidato para las elecciones de 2018.

Las tarjetas de crédito y los créditos al consumo se la viven castigando a los que pagan puntualmente (con tasas de interés anuales de hasta 56% para las primeras), mientras que los que dejan de pagar, al final dizque los asustan con que les van a embargar y que les van a echar a la abuelita de Batman, para acabar negociando al final esquemas surrealistas para que paguen lo que puedan, literalmente. Además, ¿en qué país del Señor se le sigue prestando dinero a los que aparecen en el bureau de crédito? En México. Aquí lo importante es que años tras año sigan rindiendo lo “invertido” por bancos transnacionales en la banca nacional, mediante políticas que destruyen el sistema de crédito a mediano y largo plazo. Pero no problem, ahí tenemos al futuro gobierno mexicano que va a rescatar nuevamente al sistema piramidal que tenemos como sistema bancario en México. Si la sociedad mexicana aguantó un FOBAPROA, aguanta otro más…

Una salud del cocol también se carga el mexicano. Si no hay seguranza privada, uno literalmente se juega la vida en los pasillos de los hospitales públicos.

Una Reforma Hacendaria practicamente asfixiante para la clase media…

Un sistema de partidos que da prioridad a lo que sea, menos a la representación real, así como a la defensa coherente de sus representados.

La diabetes y el alcoholismo a todo lo que da, sin atención seria gubernamental en puerta.

La militarización creciente de nuestra sociedad no nada más da en qué pensar, sino también de qué inquietarse.

En fin, chelas, chetos, futbol, religión malentendida y poco espiritual, novelas… Cero nivel de concientización sobre los problemas y soluciones que requiere la nación. También, una elite cada vez más alejada de la realidad nacional.

No wonder por qué seguimos celebrando el día de la independencia en el cumpleaños del dictador Porfirio Díaz, en lugar de como lo hacen en los países centroamericanos: el 15 de septiembre.

Aparentemente tan sólo Vucetich le salva el día al país. Nos va a llevar a Brasil sin duda alguna. Pero eso, insisto, tan sólo es necesario, pero no suficiente.

¡Órale!

2 comentarios:

  1. Muy buen resumen de lo que vive el país, en un tono casual e incisivo. Bien.

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  2. Mordáz... cierto... crítico... muy bien... Gracias... Saludos... ALEJANDRO.

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