Camino a la recesión

Por Andrea Cruz

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Política Mexicana Contemporánea

México, hoy en día, atraviesa una antiutopia en donde la marginación es vecina de los lujos y la riqueza, donde la ideología política es hacer al pobre más pobre y al rico más rico, donde la cultura y la educación es un auto fabricado por piezas robadas que lleva al volante a un conductor corrupto, que tira pasajeros maleados y mañosos por doquier.

Nuestro gobierno, por el contrario, vive inmerso en un mundo ideal en el que las propuestas y reformas que se establecen pretenden llevar al país a un desarrollo y crecimiento éxitoso. Una utopia en la que viajar en jets privados y aviones lujosos no es un privilegio sino una necesidad.

Sin embargo, en situaciones reales, lo descrito previamente únicamente habla de meras suposiciones que quedan sólo en palabras. México en la actulidad, ha adquirido una conducta de corrupción que ha arrazado con todos; se ve presente una alteración en la conducta social que ha llevado a un desequilibrio en todos los aspectos, una alteración en la que resulta común escuchar que mataron a alguien en la esquina, que camino al trabajo le agarró un conflicto armado entre guerrilleros y civiles, o que peor aun, una tergiversación en la que la gente vive ocultándose de la guardia y seguridad nacional.

No obstante, como si la situación no fuera lo suficientemente deplorable, nuevas reformas entran en vigor a partir de este año. Reformas que, según la utopia gubernamental, beneficiarán al pueblo y a la economía, principalmente la reforma energética y la reforma hacendaria.

En otras palabras, la reforma energética pretende que con la inversion de empresas extranjeras la economía de México entre en competitividad y, por consiguiente, se evite la existencia de monopolios que determinen el precio final de un producto. Entonces, al reducir el precio del combustible la demanda de éste incrementaría. Lamentablemente, los resultados positivos que pudiera tener esta reforma, pudieran verse presentes en un plazo muy poco cercano, sin mencionar que parte del petroleo mexicano ya era privada al pertenecerle, desde hace muchos años, a personas como Salinas de Gortari.

Así pues, la reforma hacendaria nos conducirá a un mismo camino, pues el único beneficiado será el obeso obligado a enflacar –un obeso perteneciente a la clase media, principalmente- así como las potencias mundiales que buscan la mano de obra barata que los paises tercermundistas y/o subdesarrollados pueden proporcionar furtivamente.  De acuerdo a los mismo “principios idealistas”, esta reforma acelerará el crecimiento y la estabilidad económica brindando así, a todos los mexicanos, una red de protección social. Sin embargo, los resultados de éstos impuestos se verán reflejados a través de graves repercusiones en la clase media, ya que en realidad, son estas micro y medianas empresas las que impulsan la economía. De igual forma, en dicha reforma, no se presentan elementos que garanticen la transparencia en el gasto públicoo ni una buena distribución.

Hipoteticamente hablando, si esta reforma se llevara a cabo de manera honesta, el seguro contra el desempleo, la pension universal y la cruzada contra la pobreza se verían sustentados, pero en contraparte, éstos no resolverían las necesidades necesarias para una buena educación, salud y/o vivienda e infraestructura.

No obstante, lo anteriormente mencionado no cubre la realidad en México, pues la honestidad y transparencia son valores perdidos. Darle en la torre a la clase media conduciría entonces a la disminución de la actividad económica, puesto que al afectar los medios económicos y financieros con los que cuentas estas empresas para llevar a cabo sus opreaciones, no habría oportunidad de inversion –pues el impuesto sobre el patrimonio se vería expatriado-, en consecuencia, no se verían condiciones presentes que favorecieran a la generación de empleos ni al desarollo de multiples familias. Ésto, pues, llevará catastróficamente al país a una notable disminución en la producción y el consumo de diversas variables económicas. Lo cual, en términos más comunes, traería como resultado un retroceso al verse afectado el PIB (Producto Interno Bruto) y presentarse un decrecimiento económico.

“Todo era risa y diversion hasta que vino la recesión”

Con base en:
http://m.eluniversal.com.mx/notas/cartera/2014/banxico-inflacion-987046.html