Rodrigo Arroyo Gómez
Política Mexicana Contemporánea
31 de Marzo de 2014
El comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán acusó al dirigente de un grupo de autodefensa en Yuécuraro de ser el autor intelectual del homicidio del alcalde de Tanhuato. Después del asesinato, el líder del grupo de autodefensa denunció a un ex-miembro de su grupo como el verdadero autor intelectual, inclusive presentó las armas con las que dicho crimen había sido cometido. El ex-miembro del grupo fue llamado a declarar y dijo desconocer los motivos de los investigadores y por este motivo continuó la investigación. Fue después, que decidieron investigar el celular del líder del grupo, encontrando evidencia que apuntaba a él como el verdadero autor intelectual. Se cree que el motivo del homicidio es que el alcalde se rehusaba a los grupos de autodefensa en su localidad.
http://www.milenio.com/policia/Lider-autodefensas-asesinar-alcalde-Tanhuato-Castillo-Michoacan_0_272373005.html
En primer lugar creo que el estado dejó ir la situación demasiado lejos y debió haber marcado los límites mucho tiempo antes. Alcanzar situaciones en las que los grupos de autodefensa ataquen a miembros del Estado, a quien en teoría apoyan buscando el bien de la población, habla de una circunstancia que se ha escapado totalmente de las manos del Estado. El límite que se debió haber marcado es: Estar en contra o a favor del Estado. No debió haber sido permitida la creación y desarrollo de grupos intermedios que terminan haciendo un daño a la sociedad.
Pienso que la investigación realizada al líder del grupo de autodefensa es uno de los primero pasos que se dan a favor del límite que el Estado debió marcar. Es anticonstitucional que alguien que no sea el Estado haga justicia por su propia mano y es por esto que creo que la investigación y detención de los líderes de estos grupos, sobre todo cuando en muchos casos hay narcotraficantes coludidos con ellos, hará que junto con otros factores, el papel que juega el Estado sea más efectivo, ya que por el momento el Estado debe librar guerra en dos frentes, una contra el narcotráfico y la segunda contra grupos de autodefensa.
El gobierno debe terminar con los grupos de autodefensa, por que empiezan a ganar la confianza de la población en las localidades en que se encuentran. Sin embargo, estos grupos no tienen educación militar y no es seguro de que fuente son financiados, por lo que por lo bajo podrían estar buscando fines contraproducentes para la población al apoyar otros grupos como podrían ser los mismos narcotraficantes. Lejos de beneficiar, los grupos de autodefensa perjudican a la población que deposita su confianza en ellos sin saber que la mayoría de ellos busca más bien beneficio propio incluso a costa de la misma, pudiendo trabajar con grupos delincuentes. Evidencia de esto son algunas de las armas con las que los grupos cuentan ya que el acceso a ellas no es posible de no ser financiados por actores ilegales.
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