Carolina Herrera Legaria
19/marzo/2014
Sociedad y Política de Estados Unidos
From Miss America
to Candidate
La
noticia presenta a Erika Harold, quien representó de Estados Unidos en el
concurso de Miss Universo 2003 como candidata del partido Republicano. La modelo desempeñó un papel sobresaliente
como ganadora del certamen de belleza en el 2003, realizando varias pasarelas y
teniendo varias presentaciones. Ahora bien, la Miss Universo acaba de ser
reconocida ante las autoridades del país y de la Casa Blanca como candidata al
distrito 13 por el partido Republicano. El partido Republicano argumenta que es
una persona muy capaz y que a sus 34 años de edad además de haber logrado
representar a Estados Unidos en un concurso de belleza, también ha realizado
una carrera de leyes en la universidad de Harvard, su conocimiento de leyes y
sus habilidades la han ido posicionando en el congreso del Estado para iniciar
en una nueva carrera rumbo a la política de su país.
Mientras
tanto, otros funcionarios y contendientes han declarado y han mencionado que la
señorita Erika Harold no es una persona apta para gobernar o ser representante
de los ciudadanos de Estados Unidos. Jake Taper, menciona que la campaña no es
un concurso de belleza donde la candidata va poder utilizar su tiara de
ganadora, también menciona que es una vergüenza que el partido Republicano tenga
que usar figuras públicas o personajes populares de la farándula estadunidense
como estrategia política.
La
candidata utiliza tres argumentos que le van ayudar a ganar las elecciones y a
demostrar que es una excelente candidata. El primero es que es una mujer joven,
el segundo que tiene una carrera en leyes y por último que es una persona de
color.
Estoy
en desacuerdo con la candidata Erika Harold porque independientemente de que
tenga una carrera sobre saliente en una de las mejores universidades del mundo,
participar en concursos de belleza va estrechamente ligado al estereotipo de la
mujer superficial y vana, que se apoya y recurre más a su belleza que a su
conocimiento, talento y capacidad para pensar, dirigir y sobresalir en
cualquier ámbito laboral. Esto generaría poca credibilidad en ella como
candidata, y tal vez minimiza la autoridad y seriedad del partido al elegirla. Para ser representante de un distrito en
Estados Unidos lo mínimo que se espera de cualquier candidato es una imagen de
autoridad, seriedad y un liderazgo sobresaliente basado en su conocimiento,
experiencia y no en su apariencia física o habilidad en las pasarelas. El
historial de Erika Harold como concursante
de un certamen de belleza no demuestra ninguno de estos aspectos; sus mejores
fotografías en traje de baño, paseando en vestidos de noche podrían ser su peor
estrategia política.
A mi
juicio, la postura del Partido Republicano, de postular un personaje un personaje
importante de la farándula estadunidense como candidata, es indicio de una inestabilidad en las preferencias
de los ciudadanos y que requieren de llamar la atención de los electores y para
eso prefieren usar figuras públicas para ganar las elecciones.
Conclusión: A mi consideración la imagen de la candidata Erika
Harold no es adecuada para la candidatura; no dudo que tenga capacidad
intelectual y sea sobresaliente en la materia de leyes, pero creo que hay
muchas mujeres que no pudieran ser igual o más capaces y podrían también
obtener votos y no se ligaría el desarrollo político de las mujeres al
estereotipo de sólo son bellas y adornan los ámbitos políticos.
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