José Eduardo Santiago
Carmona
Política Mexicana
Contemporánea
10 de Marzo 2014
Nazario
Moreno González, “El Chayo”, máximo líder de la organización criminal Los
Caballeros Templarios, fue abatido ayer
por las Fuerzas Armadas en Michoacán, confirmó el gobierno federal. Durante
un mensaje a medios de comunicación, Monte Alejandro Rubido, secretario
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), informó que con la
muerte de Nazario Moreno el gobierno federal da “el mayor golpe” a la
estructura de la organización de Los Caballeros Templarios.
El funcionario dijo
que durante las primeras horas de ayer, a 13 kilómetros de la cabecera municipal
de Tumbiscatío, soldados y marinos ubicaron a Nazario Moreno, quien respondió
disparando y, al repeler la agresión, los militares abatieron al líder del
cártel.
Conocido
también como EL más Loco, el fundador e ideólogo de la organización de La
Familia, y también creador de Los Templarios, encontró la muerte mientras festejaba
su cumpleaños con una comida, aseguraron integrantes de las autodefensas en la
región.
A mi
parecer, esto provoca que haya desconfianza en las instituciones que se
encargan de procurar la seguridad del país. Resulta desconcertante que después
de casi 4 años el ex secretario de Gobernación reconozca que los datos en aquel
entonces no fueron los suficientemente precisos. El gobierno federal de aquel entonces
decidió anunciar la muerte de la cabecilla, a pesar de que las evidencias del
fallecimiento no existían. “Era un secreto a voces que Nazario Moreno González
El Chayo no murió en Diciembre del 2010” afirmó el comisionado para la
seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo.
Hay
que destacar que el gobierno federal del sexenio pasado se atribuyó
deliberadamente la supuesta muerte del líder criminal, pues la situación de
aquel entonces requería que se demostrara la eficiencia de las políticas de
seguridad implementadas en la guerra contra el narcotráfico. Ahora la cuestión
es: cómo tener la certeza de que dicha situación no se repetirá; no se tiene
lamentablemente, por ello el incremento en la desconfianza hacia las
instituciones.
Por otro lado, sabiendo
que El Chayo y su comisión de
delitos representaba una amenaza para la sociedad porque atentaba contra la seguridad nacional. Es inaceptable que no hubiera
una investigación exhaustiva -como la que demostró recientemente que Nazario
Moreno seguía vivo- para encontrar evidencia que comprobara su supuesta muerte.
Finalmente,
quisiera hacer mención de algo que me llama la atención, y que se ha comentando
en clase recientemente. El secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de
Seguridad Pública (SNSP) califica la muerte de Nazario Moreno como “el mayor
golpe” a la estructura de la organización de Los Caballeros Templarios. No
obstante, consideró que la base o estabilidad de una estructura no está en su
cabecilla; por lo tanto dudo que con la muerte de El Chayo la estructura de Los
Caballeros Templarios se derrumbe, ya que puede surgir un reemplazo que
continúe dirigiendo. Hasta que no se le ponga un fin a sus ingresos económicos,
la organización puede persistir.
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