viernes, 4 de abril de 2014

Perdió la CABEZA


Después de leer los siguientes cuatro artículos:
1. “Inspira Churchill a FCH en su lucha”, Mayolo López, Reforma, 14 de mayo 2011
2. “Yo, Napoleón”, Carlos Fuentes, Reforma, 24 de mayo 2011
3. “Eliminan (ahora sí) al 'Chayo'”, Antonio Baranda, Reforma, 10 de marzo 2014
4. “Los casos del “Chapo” y del “Chayo” revelan el fracaso de Calderón: expertos; ahora debe rendir cuentas, dicen”, Sin Embargo, 11 de marzo 2014
   
Antes de leer los artículos mi opinión de Felipe Calderón era la siguiente:
Creo que tal vez mi opinión acerca del ex presidente puede ser un poco subjetiva debido a todo lo que yo viví dentro de su mandato.
Primeramente yo vivía en Matamoros, Tamaulipas y donde el narcotráfico siempre fue alto y frecuente algo normal para los que vivíamos ahí; pero la diferencia recae en que a pesar de todo se podía salir a cualquier hora y se sentía paz; mientras uno no se metiera con el Crimen Organizado. Muy en mi interior detesto a Calderón por arrebatarme la paz e infundir el pánico en todos los que conozco, por hacernos vivir con miedo.
Cuando Calderón toma el poder esto cambia inicia un plan contra el narcotráfico para erradicarlo; pero este plan no tiene ni pies ni cabeza, no tiene coherencia ni congruencia.
Lo considero valiente por intentar hacer algo que los demás no quisieron o no pudieron pero a su vez las acciones que tomo siempre se me hicieron crueles, frías y poco meditadas; ya que después de ver la ola de sangre que inundaba el país, los civiles y si es poco los inocentes que morían día con día no se detuvo; no supo decir hasta aquí el problema fue más grande de lo que él quiso ver.
También considero que poner en riesgo ya no solo a su nación sino a su misma familia debió de haber sido incentivo suficiente para que midiera las órdenes que daba al ejército en su mandato.
Considero que en el fondo tuvo buenas intenciones, que tuvo iniciativa, que fue emprendedor que es inteligente solo que sus herramientas fueron escasas y sus acciones abruptas, sus emociones pudieron más que él, su cólera encaminaba sus elecciones. No supo ser un buen estadista porque un buen estadista acorde Camín es aquel que controla sus pasiones y deseos poniendo por encima el bien del pueblo.
Después de leer los artículos mi opinión sobre el presidente Calderón es la siguiente:
Sigue siendo la misma solo que ahora me encuentro anonadada al ver que el resentimiento no solo es por mi parte sino que todo el país tiene el mismo ángulo y enfoque con respecto a sus acciones.
Como lo dije con anterioridad lo reafirmo su estrategia no fue suficiente es  triste pero cierto afirmar que el Crimen Organizado tiene más orden, jerarquía y control que el gobierno mexicano en todas sus tropas es más que el gobierno mexicano en casi cualquier ámbito en el cual puedan coincidir.
La violencia respondida con más violencia no traerá paz; debimos de haber cambiado  la relación política, más que nada el ex Presidente en ningún momento hizo lo que un buen mandatario debía hacer; tener empatía por su gente, velar por los intereses de la población buscar el mayor beneficio al menor costo posible.
Se podría afirmar que su gobierno fue bajo un periodo refractario en el cual no vio más allá de su nariz, no defendió más que sus creencias, sus razones jamás fueron objetivamente suficientes para justificar sus elecciones, sus intereses fueron racionales guiados por sus intereses dejando un lado el enfoque cultural y estructural de la cooperación.
Más vale maña que fuerza, todo el tiempo la solución fue otra, todo el tiempo hubo más de una variable para solucionar el problema, para salvar vidas, para intentar fomentar un lazo entre instituciones e individuos, para crear confianza.
No puedo juzgarlo porque no estuve en su lugar, no siento el mismo sentimiento de culpa que el seguro tiene todas las noches al haber acabado con la vida de alrededor de 70 mil personas, no sé con qué miedo sale a la calle y desconozco cuánto vale su cabeza en estos momentos entre los diversos delincuentes a los cuales ataco sin triunfo alguno.
No respiro su fracaso, solo mi perspectiva cambio al darme cuenta que no fui la única que mantenía estas ideas acerca de las decisiones que tomo, es una lástima que tanto coraje e iniciativa no pudieron ser encaminados en otro rumbo.
----HANSMANN

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